
Honduras ha vivido el proceso electoral más complejo de su historia, no solo por la reñida diferencia de votos de los candidatos Juan Orlando Hernández y Salvador Nasralla, sino también por la espera originada por el escrutinio y transmisión de datos que creó incertidumbre en la población del país centroamericano.
La primera transmisión de datos dio una diferencia de cinco puntos al izquierdista Salvador Nasralla, superando al conservador Juan Orlando Hernández, sin embargo, eso sucedió debido a que los primeros datos ingresados correspondieron a las dos áreas urbanas más grandes del país centroamericano, Tegucigalpa y San Pedro Sula, que favorecían al también presentador de televisión.
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Sin embargo, esta ventaja se revirtió cuando comenzaron a ingresar los datos del área rural de Honduras que corresponde a un 85 % del territorio. Con este escrutinio, poco a poco Hernández se fue separando de Nasralla hasta que se llevó la victoria con el conteo del 100 % de actas con 1,411,517 de votos lo que le ubica 53.142 por sobre el candidato del chavismo.
Ante esta controversia y prolongada espera, la cancillería de Venezuela emitió un comunicado este sábado en el que asegura que “sectores de la oligarquía de ese país pretenden dar un zarpazo a la democracia”.
Gobierno Bolivariano de Venezuela condena enérgicamente nuevo intento de zarpazo de sectores de la oligarquía hondureña contra la democracia. La voluntad popular y los Derechos Humanos del pueblo de Honduras deben respetarse pic.twitter.com/q3PWV6GdIS
— Jorge Arreaza M (@jaarreaza) December 2, 2017
La representación ante la comunidad internacional de la dictadura chavista “llama la atención que los mismos actores que propiciaron el golpe de Estado del 28 de junio de 2009 contra el Presidente constitucional Manuel Zelaya, nuevamente irrumpan contra la Democracia y la voluntad de la mayoría del pueblo hondureño” según indica el texto.
Mientras que este domingo el dictador venezolano Nicolás Maduro arremetió contra las instituciones del país centroamericano al asegurar que en Honduras había ocurrido “un fraude vulgar”que según él fue ejecutado por una “derecha proimperialista” y aseguró que “Honduras es una esclava de los intereses de la derecha”.
Maduro reiteró: “Nosotros no nos metemos en los asuntos internos de ningún país pero es vulgar lo que se ha hecho contra el pueblo de Honduras, vulgar”.
Y es que el coordinador general del izquierdista partido Alianza de Oposición, Manuel Zelaya Rosales, es férreo simpatizante del chavismo, y Nicolás Maduro quien el 2009 era canciller de Venezuela, jugó un papel protagónico cuando el expresidente fue derrocado por tratar de instalar una Asamblea Constituyente en el país centroamericano con fines continuistas.
El gobierno de Honduras denunció, semanas antes de que se llevara a cabo el proceso electoral, la injerencia de Venezuela en los comicios con el envío de 125 delegados del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) que habrían entrado a territorio hondureño de manera irregular, y con la denuncia de al menos un 57 % de ataques cibernéticos originados en el país suramericano.
Hasta el momento el gobierno hondureño no se ha pronunciado oficialmente sobre estas acusaciones de la dictadura venezolana, y Zelaya agradeció, en conferencia de prensa, el apoyo del régimen del país suramericano.