El diario estadounidense The Washington Post ha publicado un artículo en el que detalla la relación que la pandilla MS-13 tiene con el satanismo, en donde su autor, el periodista Michael E. Miller, reune la opinión de expertos que aseguran que algunos hechos de dicha organización criminal indican que sus miembros son “metal heads (fanáticos de la música heavy-metal) que adoran al diablo”.
“Aunque la conexión ha disminuido en los últimos 30 años, todavía se puede ver en el uso de apodos satánicos, tatuajes y otras imágenes de MS-13” detalla el texto en el que también señalan que “el signo de la mano de los cuernos del diablo” que utiliza como símbolo la pandilla, es conocido como la “garra” lo que es una “referencia española de las garras de Satanás”.
Según el periodista, miembros de dicha organización revelaron a las autoridades estadounidenses que cometieron crímenes para ofrecérselos a “la bestia” un nombre que también se le da a Satanás.
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“La bestia quería un alma”, dijo unpandillero luego de que asesinó a una menor de 15 años que habría “faltado el respeto” a un santuario satánico, según informaron fiscales de un tribunal de Houston, Texas a inicios de este 2017.
En el referido texto se cita al profesor de antropología de la Universidad del Sur de California, Thomas Ward, quien detalló que antes de que este grupo criminal tuviera el nombre de pandilla MS-13, se hacía llamar Mata Salvatrucha Stoners, lo que indica que fue fundada por seguidores del heavy metal, consumidores de marihuana radicados en la ciudad de Los Ángeles durante los años 1970.
Ward publicó una etnografía titulada “Gangsters without borders” o “Pandilleros sin fronteras” en donde señala que en un inicio esta organización era un mero “club para que los salvadoreños adolescentes se alzaran y escucharan música”, además, detalló que algunos de sus primeros miembros eran “satanistas duros” adoradores del diablo y que practicaban “horribles sacrificios de animales”.
Según el investigador, un integrante de la pandilla MS-13 le reveló como fue su proceso de ingreso a esa organización: “Fuimos a un cementerio y hicimos un juramento bebiendo la sangre del otro. Tomamos un cuchillo y nos cortamos las manos y luego drenamos nuestra sangre en una taza para beberla. Fumamos un montón de marihuana, y luego abrimos un gato”, dijo el miembro del grupo criminal.
Además, Miller se refiere al sacerdote español José María Morataya, quien también ha expresado sus sospechas de que “algunos miembros de pandillas practican rituales satánicos” esto lo refiere a la mutilación que practican en muchas de sus víctimas de homicidios, dentro de los que se encuentran mujeres y adolescentes.