Venezuela se ganó un lugar en la lista negra de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) durante la 103° sesión de la Conferencia Internacional del Trabajo que inició el 28 de mayo pasado. El país se ubica entre los 25 países del mundo que violan los acuerdos de la OIT por no respetar el Convenio 26 (1928), relativo a los métodos para la fijación del salario mínimo.
La información fue ofrecida por Servando Carbone, coordinador de la Unión Nacional de Trabajadores (ÚNETE) de Venezuela al diario El Universal. “Para nadie es un secreto que en Venezuela se hacen ajustes de la remuneración básica sin consulta de sindicatos y patronos”, indicó.
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Aseguró que se desconoce si la medida se tomó posteriormente a alguna denuncia de las partes venezolanas que se encuentran en la conferencia, la cual se celebra en Ginebra hasta el 12 de junio.
La directiva de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (FEDECÁMARAS) participa en el evento así como el Estado, en compañía de sindicatos de trabajadores cercanos ideológicamente al Chavismo.
Jorge Roig, presidente de FEDECÁMARAS, criticó la decisión del gobierno de llevar a Ginebra exclusivamente a la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores (CBST), agrupación sindical que a su juicio “no es la mayoritaria”, dijo Roig al portal especializado Actualidad Laboral. “El Gobierno solo envía a la fuerza bolivariana de trabajadores, cuando ellos saben que la OIT reconoce a una diversidad”, agregó el dirigente empresarial.
El Ministerio del Trabajo acreditó a Wills Rangel, presidente de la CBST, para esta representación. Rangel tendrá derecho de palabra en la conferencia el próximo 6 de junio. Tradicionalmente la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) era el vocero de la clase obrera en esa instancia.
Rangel asegura que el Estado realizó el debate que norma la OIT para decidir —entre la suya y otras organizaciones como la CTV y ÚNETE— cuál iría a la conferencia internacional. Sin embargo, eligió a la CBST, que es la más cercana al oficialismo.
De hecho, Rangel aseguró que debatirá en la conferencia para “defender a Venezuela” y que considera a la CSBT una defensora del gobierno, declaración a Actualidad Laboral que pone en duda la legitimidad de la representación que tendrán los trabajadores venezolanos en el evento.
Sin embargo, ÚNETE (de oposición al Chavismo) logró introducir a su Coordinadora Nacional, Marcela Máspero, ya que esta ocupa también el cargo de vicepresidenta de la Federación Sindical Mundial (FSM).
Según Actualidad Laboral, Máspero insistirá sobre 30 casos de violaciones a la libertad sindical presentados en enero a la OIT, y sobre la reciente modificación del artículo 406 de la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y Trabajadoras (LOTTT) (con respecto a las elecciones sindicales) por parte del Tribunal Supremo de Justicia.
Venezuela con penosos precedentes
El informe anual sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela de 2013 que realiza la ONG Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (PROVEA), refleja que los derechos de los trabajadores tuvieron una situación “desfavorable” durante el año pasado y que las mejoras alcanzadas se “desdibujan ante el conjunto de violaciones reiteradas al derecho a la convención colectiva, a la huelga, al ejercicio de libertad sindical y a un salario justo”, explica el capítulo sobre derechos laborales.
También informa que se reportó el asesinato de 59 sindicalistas en 2013, 49 de ellos pertenecientes al sector de la construcción, presuntamente por conflictos laborales. El informe asegura que aunque no todos los motivos de los homicidios están claros, en la mayoría de los casos se atribuye a disputas entre los sindicalistas por la venta de puestos de trabajo.
En 2010 Venezuela había entrado en la lista negra de países que violan los convenios de la OIT por su irrespeto a las libertades empresariales y sindicales.
En su momento, Jesús Urbieta, ex miembro del Consejo de Administración de la OIT, indicó al diario El Nacional que el gobierno fomentó las prácticas violentas al fomentar la creación de sindicatos “bolivarianos”, cercanos a su programa político.
“En estos sindicatos hay personas con prontuario criminal que forman mafias promotoras de la violencia y la venta de los puestos de trabajo”, dijo.