English Los anuncios sobre un inminente cambio político en Cuba siguen en ascenso. El 21 de enero, el Gobierno liderado por Raúl Castro se sentará en la mesa con el de Barack Obama para poner los puntos sobre las íes y concretar la ya anunciada normalización de relaciones entre la isla y Estados Unidos.
En ese orden, el régimen cubano excarceló a 36 presos políticos entre el jueves y el miércoles, los días siguientes al anuncio del Departamento de Estado de Estados Unidos en el que se informó que el régimen de la isla liberaría a 53 personas encarceladas, consideradas presos políticos.
Desde el 17 de diciembre, cuando ambos mandatarios anunciaron el reinicio de las relaciones diplomáticas entre los países rivales, ambas diplomacias se han movido a un ritmo sincronizado. Sin embargo, diferentes voceros y organizaciones basados en la isla y en el vecino del Norte reclaman que las medidas forman parte de una pantalla política, sin que esto implique verdaderos cambios en el país comunista.
Excarcelaciones, no liberaciones
La opositora Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) denunció en ese sentido que 29 de los excarcelados esta semana, activistas de la organización, fueron amenazados por las autoridades del Estado, y mantenidos bajo un estatus legal que permite al Gobierno volverlos a encarcelar sin trámite judicial si regresan a las actividades políticas. En un comunicado emitido este jueves, la UNPACU sostiene que “el Gobierno cubano ha vuelto a escribir la historia con letra pequeña”, e insiste en que en vez no hubo liberaciones, sino excarcelaciones.
“Tan importante, o más, que el compromiso del régimen de liberar a 53 presos políticos es que se comprometa a poner fin a la costumbre de encarcelar a quienes disienten, así como a todo tipo de represión por motivos políticos. Estas injusticias no terminarán hasta tanto no tengamos en Cuba verdadera independencia entre los poderes del Estado”, expresó en la comunicación José Daniel Ferrer, fundador y líder de la UNPACU.
La misma organización señala como irrisoria la liberación condicional de 36 personas, ya que, quedan en las cárceles al menos 64 más, 12 de ellas activistas de la UNPACU. Según sus cálculos, en 2014 las detenciones arbitrarias por razones políticas en la isla ascendieron a 8.900, 400 de las cuales sucedieron el pasado mes de diciembre.
La represión de los Castro continúa
Algunas de las últimas detenciones notorias ocurrieron el 30 de diciembre, cuando la internacionalmente reconocida artista cubana Tania Bruguera intentó realizar una actividad artística en la Plaza de la Revolución de La Habana, que consistía en abrir un micrófono para que los asistentes compartieran sus visiones sobre el futuro de Cuba.
Pero el Consejo Nacional de las Artes Plásticas de Cuba (CNAP) calificó de “inaceptable” la propuesta de la artista, y en el intento de realización Bruguera resultó detenida, así como al menos otros cuatro activistas por la libertad y periodistas.
Joisy García, fundador del Club Anarcocapitalista de Cuba informó a PanAm Post que estuvo en prisión las 48 horas siguientes al evento por intentar participar el mismo. “El Gobierno cubano ha prefirido asumir el costo político de la censura, a permitir la libre expresión de su pueblo ante un micrófono”, dijo.
Después de haber sido detenida tres veces en tres días, durante y después del evento, Bruguera no podrá salir de Cuba en los próximos tres meses, ya que se le imputan cargos de resistencia y alteración del orden público, según informó la plataforma del movimiento #YoTambienExijo .
La oficialista Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) declaró que Bruguera tenía una “evidente intención política” y que la artista “no busca otra cosa que un protagonismo circunstancial”. El primero de enero de este año la artista renunció a la UNEAC y devolvió una distinción recibida de parte del Gobierno de Cuba.
“(…) el restablecimiento de las relaciones nos llevó imaginar que Cuba iba a ser más libre. Esta obra responde que todavía no”, dijo Bruguera sobre los incidentes a Milenio.
Cuba, con el ojo puesto en los negocios
José Azel, investigador Senior del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la Universidad de Miami, considera que los cambios visibles en la política cubana no se deben a una reestructuración democrática del Gobierno, o a la posible muerte de Fidel Castro, sino a una búsqueda desesperada de crédito comercial, el cual, a juicio de Azel, conseguirá de su cuarto socio comercial: Estados Unidos.
“Con la caída de los precios del petróleo que afectan a Venezuela y Rusia, Cuba debe buscar alternativas, pero Cuba tiene un historial largo en el Club de París por no pagar sus deudas. Por ello, está buscando crédito en su alianza con Estados Unidos, ya que actualmente cuando compra alimentos y medicinas al país del norte, lo tiene que hacer en efectivo”, detalló para el PanAm Post.
No en vano, este jueves, 28 organizaciones y empresas agrícolas y alimentarias estadounidenses se unieron en la Coalición Agrícola de Estados Unidos para Cuba (USACC) para promover el levantamiento del embargo del país norteamericano sobre Cuba, calificado por las empresas como “un obstáculo auto-impuesto” al comercio.
“Relajar las restricciones de financiamiento sobre el comercio agrícola con Cuba haría a los agricultores y ganaderos más competitivos en el mercado de Cuba”, dijo el presidente de la Federación Americana Agrícola, Bob Stallman, en conferencia de prensa.
Stallman explicó que aunque el sector agropecuario puede exportar alimentos a Cuba, las restricciones colocan a los productos estadounidenses en una posición desventajosa con respecto a otros países.
La iniciativa se produce a menos de un mes de que el presidente Barack Obama anunciase la intención de avanzar en el levantamiento del embargo económico impuesto al país caribeño en 1962.
El sacudón político representa una oportunidad para el sector empresarial norteamericano. El secretario de Agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsack, presente en el evento de apertura de la coalición, recordó que Cuba importa el 80 % de sus productos agrícolas y tiene un mercado de US$ 1.700 millones en este sector.