
En un artículo publicado por Insight Crime se señala que la implementación del Acuerdo Santos-FARC podría causar problemas con la relación entre EE. UU. y Colombia.
Un alto funcionario antidrogas de EE. UU. advirtió que “los problemas políticos bilaterales” podrían ser el resultado de las diferencias de opinión entre ambos países en cómo lidiar con el aumento de la producción de cocaína en el contexto de la implementación del Acuerdo Santos-FARC.
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Durante una audiencia realizada en el Congreso de ese país, el funcionario del Departamento de Estado, William Brownfield, ofreció fuertes recomendaciones, pero controvertidas para frenar la creciente producción de cocaína en Colombia, contrastado con la tesis adoptada por Colombia.
Brownfield sostuvo que el aumento de cocaína ha aumentado en los Estados Unidos, en 2015 se presentó el mayor número de muertes por sobredosis relacionadas con la cocaína en casi una década.
Por su parte, la secretaria adjunta describió los aspectos principales de la nueva política de drogas en Colombia. Tal como está contenido en el Acuerdo firmado con la guerrilla de las FARC, que se centra en la sustitución de coca por cultivos legales y el desarrollo de infraestructura en áreas rurales. Detalló que los obstáculos jurídicos y políticos impidieron a los Estados Unidos respaldar esos elementos del acuerdo.
“Estados Unidos no está apoyando el programa de erradicación voluntaria y sustitución de cultivos del gobierno colombiano porque las FARC están involucradas en algunos aspectos del programa y sigue siendo designada como una organización terrorista extranjera bajo varias leyes y regímenes de sanciones”, dijo.
Asimismo, Brownfield señalo las limitaciones de recursos de la estrategia adoptada por Colombia.
“Estamos fuertemente alentando al gobierno colombiano a limitar el número de acuerdos de erradicación voluntaria que negocian y firman para que la implementación sea factible”, dijo. “Los acuerdos de erradicación voluntaria también deben tener fechas de caducidad para que las fuerzas de seguridad puedan erradicar por la fuerza en las granjas donde las comunidades de cultivo de coca no cumplen con sus obligaciones”, indicó.
Colombia pretende erradicar un numero de 100.000 hectáreas de cultivo de coca antes de fin de año a través de 50 % sustitución de cultivos y 50 % erradicación forzada.
Por otra parte, Brownfield argumentó que el “liderazgo colombiano debe encontrar una manera de implementar un fuerte esfuerzo manual de erradicación” para alentar a los agricultores a abandonar los cultivos ilícitos.
Al finalizar la audiencia el funcionario dijo a la prensa: “Si no llegamos a una solución aceptable para ambos países razonablemente pronto, vamos a ver problemas políticos bilaterales y esto es lo que quiero evitar”.
Los comentarios de Brownfield muestran que Estados Unidos sigue comprometido con un enfoque tradicional de los esfuerzos antidrogas.
Fuente: InSight Crime