
Tras la llegada del papa Francisco a Colombia las ventas informales crecerán hasta 50%.
La visita del sumo pontífice en Colombia ha desatado toda una economía de la informalidad. Muestra de ello es la cantidad de vendedores ambulantes que han ocupado la Avenida 26 en la ciudad de Bogotá y que hoy jueves se trasladaran a lugares cercanos al Parque Simón Bolívar, donde estará el papa Francisco.
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La venta de artículos relacionados con el papa va desde combos de comida, postales, afiches, camisetas, velones, pulseras y hasta imágenes 3D con su rostro.
Según la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) la estimación para estos cuatro días de peregrinación apostólica en Colombia es el aumento entre 30 y 50% de las ventas en hoteles, transporte, y artículos religiosos, que es la compra por excelencia por estos días. Por ejemplo, se puede conseguir velones con la imagen tallada de Jorge Bergoglio por el valor de USD $ 20,5 ($ 60.000 mil pesos).
“El comercio informal justo en este tipo de ocasiones vende muchísimos productos. Los más destacables están alrededor de la confección, como camisetas, cachuchas, sombreros o banderines con la imagen del Papa o referentes a imágenes religiosas. Se trata de la venta de artesanías, que, en épocas como Navidad, por ejemplo, se mueve mucho, pero que en esta ocasión por la peregrinación religiosa podrían ser dos navidades, junto con esta de septiembre”, relató Guillermo Botero, presidente de Fenalco.
En la capital colombiana, se espera la concurrencia de alrededor 700 mil personas desde departamentos cercanos tales como como Boyacá, Cundinamarca, Huila y Tolima, junto con la llegada de 23.000 extranjeros. De acuerdo con las cifras de ProColombia los vendedores informales han llegado desde la ciudad de Cali (10 horas de viaje terrestre) con la expectativa de ventas superiores al doble de lo que hacen en un día normal.
En la ciudad de Cartagena se espera la llegada de cerca de 88 mil turistas, Villavicencio por su parte espera 500 mil personas en las fechas anunciadas por la visita del sumo pontífice.
“En todas las ciudades se van a mover de manera significativa comida, domicilios, licores y, sin lugar a duda, todo lo que pertenece al sector turismo, como transporte especial, taxi, etc., por la afluencia de gente y que hace necesaria la actividad de estos servicios. Por las aglomeraciones, además, se venderán también muchas gaseosas y bebidas, o productos como mazorcas, y otros que son de común ocurrencia entre los vendedores ambulantes”, puntualizó Botero.
Fuente: La República