
El presidente Juan Manuel Santos ordenó al equipo negociador retirarse de la mesa de negociación con la guerrilla del ELN luego de que estos perpetraran un nuevo ataque terrorista.
Ya en días pasados el Ejército de Liberación Nacional (ELN) lo había advertido, una vez terminado el cese al fuego se vendría una arremetida militar.
En este sentido, ya terminado el cese al fuego bilateral con el ELN hubo tres atentados contra la infraestructura petrolera, uno al oleoducto Cusiana – Cupiagua y dos contra el Oleoducto Caño Limón Coveñas.
En horas de la mañana el presidente Juan Manuel Santos afirmó haber dado la orden a las Fuerzas Armadas de actuar con contundencia para responder al ataque para proteger la vida y honra de los colombianos como exige la constitución.
Pedí al jefe de @EquipoPazGob, Gustavo Bell, que se regrese de Quito para evaluar el futuro del proceso. Además, le reiteré a nuestras @FuerzasMilCol la instrucción de responder a estos ataques con contundencia para proteger la vida y la honra de los colombianos: @JuanManSantos
— Presidencia Colombia 🇨🇴 (@infopresidencia) January 10, 2018
A través de un comunicado, el equipo negociador del Gobierno Nacional de Colombia en cabeza del nuevo jefe de la delegación, Gustavo Bell, rechazó las acciones terroristas que comprometen el diálogo con esa guerrilla y su posible desmovilización.
“Ha sido clara y expresa la voluntad del Gobierno Nacional de prorrogar el cese al fuego y de renegociar condiciones que atiendan al llamado de todos los colombianos y de la comunidad internacional. (…) los hechos mencionados desconocen la disposición del Gobierno, vuelven a afectar gravemente a la población y desatienden el clamor de la sociedad civil, líderes políticos, de derechos humanos, la iglesia, países amigos y las Naciones Unidas. Estas acciones no son solo un atentado al oleoducto, son una afrenta directa a las comunidades”, se lee en el comunicado.
Tras lo ocurrido la delegación manifestó acatar el llamado del presidente Santos a consultas para definir el futuro de la negociación.
Por su parte, la petrolera Ecopetrol activó un plan de contingencia para atender el derramamiento del crudo y a la vez repudió los ataques en Boyacá y Arauca, aseguraron que este tipo de ataques ponen en peligro a las personas y al medio ambiente.
Además, enviaron un mensaje a las comunidades a raíz de La Cañaguata en Cubará (Boyacá), La Granada y Miramar en Saravena (Arauca), de no acercarse al sitio de los incidentes.
Asimismo, la petrolera advirtió que uno de los primeros ataques se presentó en horas de la madrugada, precisamente a la 1:40 (hora local) en cercanías al pozo Cupiagua YZ10, en el sector conocido como Plan Brisas, vereda Volcán Blanco, municipio de Aguazul municipio de Casanare.
Mientras tanto, la guerrilla del ELN señaló en un comunicado oficial que los ataques en el oriente colombiano son producto del grave conflicto que vive el país. Sin embargo, aseguraron apostar por una salida política y negociada al conflicto. El jefe negociador del ELN, Pablo Beltrán, lamentó la decisión del Gobierno de levantarse de la mesa de conversaciones.
“La mesa dio un salto cualitativo al desarrollar las conversaciones en medio de un cese, por lo que nos mantenemos en la decisión expresada de darle continuidad a este logro pactando un nuevo cese bilateral, que supere las dificultades del anterior”.
El exviceministro de Defensa, Rafael Guarín, manifestó que la masacre de los 11 campesinos en Nariño y asesinato de gobernador indígena eran razones más que suficientes para ordenar a la Fuerza Pública ofensiva contra ELN. A su juicio, el Gobierno prefirió mantener desprotegida a la población y protegidos a los terroristas.
En 2017, a tan solo cinco días de empezar el cese bilateral del fuego con el Gobierno se presentó el mismo atentado en la zona rural del municipio de Teorama (Norte de Santander), el cual provocó la rotura del oleoducto y derrame de crudo en las quebradas La Cristalina, La Tiradera y en el río Catatumbo.