Las autoridades en Colombia capturaron a Raúl Gutiérrez, de 43 años y nacionalidad cubana, quien presuntamente planeaba llevar a cabo un característico del terrorismo islámico en contra de 29 diplomáticos de la embajada americana en la ciudad Bogotá.
Una comunicación de Gutiérrez, entregada por la Fiscalía General de la Nación, con varios ciudadanos marroquís, identificados como Matin Muhanad, Said Samuid y Francisco Quintana, probaría los vínculos del cubano con el Estado Islámico (EI). Gutiérrez, quien habría ingresado de manera ilegal al país en varias ocasiones, tenía como objetivo inmolarse en nombre de este grupo terrorista.
La Fiscalía conoció que el atentado estaba programado para ser perpetrado el pasado martes 6 de marzo en la capital del país, sin embargo, este no se pudo concretar.
A raíz de este hecho, el PanAm Post consultó a expertos en el tema sobre la posible injerencia del terrorismo islámico en el país y la presencia de este tipo de grupos en Latinoamérica.
Jaime Luís Zapata, internacionalista y especialista en análisis del terrorismo yihadista, dijo que el interés de esta organización radical en Latinoamérica empezó desde que militares latinoamericanos fueron a combatir a Irak y a Siria y establecieron contacto al momento de regresar a sus países: “A la hora del retorno se presenta un problema con el tratamiento y experiencia en combate y terrorismo con los combatientes latinoamericanos”.
Además, manifestó que este tipo de ingresos ilegales de personas y/u organizaciones se ejecutan por la debilidad de las fronteras en Colombia. “El país comparte una frontera amplia con Venezuela y esto puede ser utilizado por este tipo de organizaciones, un control migratorio débil también refuerza el ingreso”.
El experto explicó que el ciudadano cubano capturado venía de Ecuador y era la tercera vez que ingresaba al país.
¿Por qué terrorismo islámico en Bogotá y no en otras ciudades?
Bogotá es la tercera ciudad más poblada de Latinoamérica, además de esto, los bogotanos cohabitan con una cantidad de ciudadanos de otras regiones del país y del mundo, es una ciudad cosmopolita.
Zapata dijo que Colombia no está preparada para este tipo de amenazas, “es un blanco fácil.” Y agregó: “Bogotá tiene una relación de pie de fuerza policial a población muy pobre.”
Frente a la presencia de este grupo de organizaciones terroristas provenientes de Medio Oriente, el especialista desestimó que existan reductos en Latinoamérica, sin embargo, aseguró que en la región ya se han presentado experiencia de ataques, como el de la embajada de Israel en Argentina, ataque apoyado por Irán y perpetrado por el Hezbolá.
“Es diferente el terrorismo que haga miembros del EI al que haga miembros de Hezbolá. Estos últimos son de naturaleza chií y tienen un yihadismo mucho más local y nacionalista. Su objetivo es expulsar al colono. En cambio, la naturaleza del EI en general es solamente expulsar al invasor y reconquistar el califato, esto implica el sur de Europa y norte de África, es un proyecto expansionista, imperial”, dijo.
Sostuvo, además, que el presunto ataque contra los diplomáticos americanos no es propio de una estructura jerarquizada y centralizada como Al-Qaeda, sino que este tipo actos operan a un nivel de resistencia sin líderes.
“Tiene la forma de células descentralizadas o ataques de lobos solitarios, no cuentan con apoyo ni financiación, sino que son personas que están inspiradas en la ideología yihadista y por sus propios medios desean hacer este tipo de ataques”.
Finalmente, el experto señaló que la situación de seguridad en el país demuestra una fragilidad que sirve como aliciente para establecer redes de contacto con las guerrillas o crimen organizado para cuestiones de financiación, apoyo y control de rutas para llevar a cabo actos terroristas.
Para Eduardo Mackenzie, periodista colombo-francés y experto en conflicto armado, lo ocurrido es un paso más en la escalada del terrorismo en Colombia.
Me da la impresión que se trata de una operación del islamismo radical. Sin embargo, es difícil saber si es una rama de Isis o si es algo de Al-Qaeda, la prensa parece inclinarse por Isis, pero faltan muchos detalles.
Mackenzie se pregunta si las autoridades pudieron establecer de dónde salió el ciudadano cubano, “yo solo puedo permitirme unas especulaciones. Por ejemplo: ¿Viene ese tipo de Venezuela? ¿Cruzó la frontera de Colombia con el flujo de refugiados venezolanos? Si ese es el caso no me extrañaría. Así fue cómo varios terroristas islamistas entraron a Francia antes de perpetrar sus matanzas”.
El hecho de que Raúl Gutiérrez sea cubano merece una reflexión, dijo. “Este individuo hacia parte de los refugiados cubanos que están entrando a Colombia desde hace dos o tres años y que afirman que están tratando de ir hacia América Central, para pasar un día en la frontera norteamericana. Son datos que faltan para hacer un diagnóstico más completo”, ultimó.
Presencia del Hezbolá en Latinoamérica
Por otro lado, John Marulanda, experto en seguridad y defensa, precisó que de manera particular Hezbolá se encuentra muy afincado en Latinoamérica.
“Desde hace unos 20 años gracias a la apertura que el Gobierno de Chávez hizo al Gobierno de Irán encabezado por el presidente Ahmadineyad. Esta apertura incluyó tratados comerciales, proliferación de centros culturales iraníes y de diplomáticos junto con integrantes de Hezbolá, grupo terrorista creado y sostenido por Irán”.
Marulanda enfatizó que desde entonces Hezbolá se encuentra adelantando actividades de inteligencia y económicas relacionados con el narcotráfico: “Colombia es un sitio preferente para ellos, en cuanto a ubicación y enlace con los diferentes carteles de drogas para obtener recursos que ascienden a USD $200 millones mensuales”.
Aseguró que fuera del Oriente Medio, Suramérica es el mayor centro de actividades desde ese entonces.
Hay tres focos en Latinoamérica de este tipo de organizaciones; Isla Margarita, la famosa trifrontera entre Argentina, Uruguay y Brasil y finalmente, en Maicao, frontera colombo venezolana.
El experto señaló que diferentes agencias norteamericanas han identificado la presencia de células extremistas operando en Latinoamérica.
“En 2008 Condoleezza Rice denunció que había pruebas entre la guerrilla de las FARC y Hezbolá. El año pasado el Departamento del Tesoro de EE. UU. demostró que un asesor de las FARC, junto con el vicepresidente de Venezuela Tareck El Aissami, estaban lavando gran cantidad de dinero de esta organización en Panamá a través de una compañía con la asesoría de abogados del Panama Papers”.