El cannabis medicinal se ha abierto paso en Colombia, luego de la expedición de la Ley 1787/2016, por medio de la cual se creó un marco regulatorio que permite el acceso seguro e informado al uso médico y científico del cannabis y sus derivados en el país.
La emergente industria del cannabis medicinal tiene un nuevo mercado en el cual competir. De acuerdo con los antecedentes en materia de droga, Colombia posee los insumos necesarios para destacarse en el mercado nacional e internacional del cannabis medicinal. La regulación en tres aspectos: cultivo, producción y distribución, apunta hacia una visión moderna de la política publica de drogas con fines científicos y comerciales.
Cabe destacar que la demanda de derivados y medicamentos para pacientes, tanto nacionales como extranjeros, es lo que justifica la oferta de cannabis y su respectivo cultivo, ha dicho el Ministerio de Salud.
PanAm Post habló con Andrés López Velasco, director del Fondo Nacional de Estupefacientes, sobre la legalización del cannabis medicinal y las implicaciones que a nivel comercial traerá para el país.
¿Cómo será el proceso de otorgamiento de nuevas licencias, cupos y productos legales?
El proceso está en curso desde agosto del año pasado y a la fecha hay más de 30 empresas con licencia de fabricación de derivados de cannabis y más de 50 con licencia de cultivo de cannabis. El siguiente paso es solicitar el cupo cuando se trata de cannabis psicoactivo, que es aquel con más del 1 % de THC, la sustancia alucinógena que responde por el efecto de droga del cannabis.
A la fecha ya hemos tenido siete sesiones del grupo técnico de cupos, que es un cuerpo técnico integrado por el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA), el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), el Ministerio de Salud, el Ministerio de Justicia y el Fondo Nacional de Estupefacientes. Dicho grupo es el que se encarga de administrar el cupo que tiene el país confirmado por la Junta Internacional de Estupefacientes y que lo distribuye entre las empresas que lo vayan solicitando. A la fecha, ya hay varias miles de plantas de marihuana que, por primera vez, crecen legalmente en Colombia.
Los productos legales, los medicamentos, aún no los veremos. Los esperamos para 2019, pues este año las empresas tendrán que dedicarse a registrar sus semillas ante el ICA y a hacer la experimentación necesaria para desarrollar esos productos y estandarizar su calidad. Es importante que la gente sepa que lo que venden en las calles, en algunas ferias artesanales y demás, no son productos legales y pueden traer consecuencias para la salud, pues no se sabe su calidad.
¿Cómo se vería impactado el sector empresarial y la economía con esta medida?
Estamos hablando de un nuevo sector económico que se crea en el país y que complementa a la actual industria agrícola, química y farmacéutica. Se van a generar ingresos por las inversiones que están haciendo las empresas, trayendo capitales desde el exterior, ya se están generando empleos y se van a generar recursos adicionales por el impuesto que se definió en la última reforma tributaria, ligado a la venta de los extractos.
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— Observatorio de Drogas de Colombia (@ObservDrogasCo) April 5, 2018
¿Se verían beneficiados los pequeños y medianos cultivadores?
Por supuesto. Cada kilogramo de aceite de cannabis que se venda en el país o que se exporte debe haberse procesado a partir de mínimo un 10 % de plantas cultivadas por pequeños y medianos cultivadores. Es decir, tienen acceso garantizado al mercado quienes se registren ante el Ministerio de Justicia como pequeño y mediano cultivador, y a su vez tramiten su respectiva licencia de cultivo ante ese mismo ministerio.
¿Qué significa que Colombia pueda ser potencia mundial en la producción de cannabis medicinal?
A la fecha, ya hay más de 20 países en el mundo que han habilitado legalmente el uso medicinal del cannabis. es bien conocido el caso de Israel o Canadá, pero ellos solo cultivan y producen para su propio consumo, no exportan. A su vez, hay otros países como México o Argentina que recientemente han habilitado el uso medicinal del cannabis, pero no permiten ni el cultivo ni la producción, es decir, no tienen como abastecerse de forma regular. Ahí es donde Colombia tiene un espacio para exportar a Canadá, por ejemplo, dado que los costos de producción en nuestro país son significativamente menores o con destino a México o Argentina. Además, Colombia ha decidido respetar al pie de la letra los tratados internacionales y eso le garantiza poder exportar extractos de cannabis, así como España, Turquía o Australia exportan morfina a todo el mundo.
Otro factor a favor del país es que lo que exportaremos serán extractos estandarizados o medicamentos que cumplan normas técnicas de calidad, con el respaldo del INVIMA como autoridad sanitaria. No vamos simplemente a exportar flores de cannabis, pues eso quedó prohibido. Se trata de generar productos de valor agregado, que le dejen al país industrialización y desarrollo científico y que, a su vez, suplan las necesidades de los demás países en materia de calidad.
Licencias y sus modalidades
De acuerdo con un informe del Ministerio de Justicia, el uso médico y científico del cannabis y sus derivados son:
- La licencia de fabricación de derivado de cannabis para:
- uso nacional (el producto no puede ser usado para fines científicos ni exportación),
- investigación científica (no se puede vender, solo se puede exportar en las condiciones determinadas) y
- exportación (el producto se puede vender y exportar).
- Licencia de uso de semilla para siembra para:
- comercialización o entrega,
- fines científicos.
- Licencia de cultivo de plantas de cannabis psicoactivo para:
- producción de semillas para siembra,
- producción de grano,
- fabricación de derivados,
- fines científicos,
- almacenamiento
- y disposición final.
Cabe recordar que los pequeños y medianos cultivadores, productores y comercializadores nacionales de cannabis medicinal son las personas naturales cuya área total de cultivo de la planta no supere las 0,5 hectáreas, es decir, 5.000 metros cuadrados.