El exfarc Luciano Marín Arango, alias “Iván Márquez”, señaló que no asumirá la curul otorgada por vía proceso de paz en el Congreso colombiano, para así evitar ser llamado “narcotraficante”.
Al mismo tiempo sostuvo que mientras se mantenga la crisis del proceso de paz y no se resuelva la situacion de Jesús Santrich, permanecerá en la región del Pato, Caquetá.
“¿Cómo hago yo para ir el 20 de julio a ejercer como senador, que es una derivación del acuerdo de paz en La Habana, que no es un regalo tampoco, y que me vayan a decir que soy un narcotraficante? Yo no estoy para esas cosas. Necesitamos respeto. Prefiero dejar esa joda allá”, dijo Márquez.
El hoy asesor político de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) tomó la determinación de trasladarse a esta región de Miravalle, en San Vicente del Caguán, por temor a que lo detuvieran, mientras su sobrino, Marlon Marín, se encuentra en Nueva York cooperando con la justicia de ese país luego de la investigación por narcotráfico con el Cartel de Sinaloa en el que estaría involucrado el otro exfarc, Santrich.
“Es muy duro lo que estoy diciendo porque esto equivale a decir que fracasó el proceso de paz en Colombia”, dijo Márquez a CM&.
Según Márquez, Santrich le habría advertido que el podría ser el segundo arrestado entre los hombres que hacían parte del anterior grupo guerrillero y que las investigaciones adelantadas por Colombia y Estados Unidos son para sabotear el acuerdo de paz entre las FARC y el Gobierno colombiano.
“Yo me voy a quedar aquí el tiempo que sea necesario hasta que vea que esto va en serio. Y si no, quiero decirles que no nos molesten, déjenos trabajar simplemente”, dijo.
¿Qué pasará con la curul de Santrich y de Márquez?
La captura de Santrich por las autoridades colombianas a pedido de la justicia estadounidense por la presunta compraventa de cocaína, y por lo cual se le acusa por los delitos de narcotráfico, ha generado dudas sobre la curul del exfarc en la Cámara de Representantes.
Si se demuestra que Santrich negoció con los narcos mexicanos luego del 1ro de diciembre de 2016, la extradición hacia EEUU se haría efectiva. Según el acuerdo, las garantías jurídico penales otorgadas se perderían de inmediato por esta causa. Es decir, todo delito ocasionado después de esa fecha no seria conocido por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), sino por la justicia ordinaria.
Por lo tanto, si la JEP determina que Santrich cometió el delito dentro del tiempo establecido la jurisdicción remitirá el caso a la Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad y esta sala se ocupará del mismo. En este escenario, el exfarc no perdería la curul ni ninguno de sus beneficios políticos.
Para el abogado constitucionalista Rodrigo Pedraza, de no tener competencia la JEP, Santrich perdería los beneficios políticos en la jurisdicción ordinaria.
“Según el Acto Legislativo 2 de 2015 del Congreso de la República en su articulo 134 establece que en ningún caso podrán ser reemplazados quienes sean condenados por delitos comunes relacionados con pertenencia, promoción o financiación a grupos armados ilegales o actividades de narcotráfico (…) por tal razón Santrich perdería los beneficios políticos que le fueron otorgados en el acuerdo de paz”, indicó.
El experto agregó que podría operar el fenómeno de la silla vacía, escenario que quitaría una curul a la partición política de FARC en el congreso colombiano. “Es cierto que las FARC no podrían reemplazar su ausencia por otro candidato de ese partido. Sin embargo, no se podría señalar aún que esto sea cierto hasta que no se conozcan las investigaciones y exista condena o sentencia judicial efectiva.”
Además, recordó que la JEP tendrá 120 días para pronunciarse sobre el caso una vez la Fiscalía haya entregado todo el material probatorio.
Por su parte, Efraín Cepeda, presidente del Senado, dijo que de probarse el nexo de ambos exfarc en la actividad criminal perderían ambas curules.
“Nosotros cumplimos (el Congreso) los acuerdos para que cinco miembros de la FARC estén en el Senado y cinco en la Cámara, si uno no se posesiona y otro presuntamente delinque, pues pierde cada uno una curul, en vez de ser diez serían 8”.
Según la normativa legal en Colombia, aquel que haya sido elegido parlamentario deberá asumir su curul, de lo contrario se declarará la pérdida de la investidura.