A pesar de haber tenido promotores para la segunda vuelta y haber tenido una sustancial votación, el voto en blanco no tuvo mayor incidencia en el resultado de la segunda vuelta presidencial en Colombia.
En primera vuelta registró 341.087 votos representados en 1,76 % de los comicios, mientras que para la segunda vuelta fue de 808.368 votos en blanco, 4.2% del total de los comicios.
En la segunda vuelta varios líderes y políticos promovieron esta opción como forma simbólica de mostrar su descontento con las candidaturas de Iván Duque y Gustavo Petro. De manera que el llamado a votar en blanco de varios candidatos que representaban el centro no se materializó en la jornada electoral.
En comparación con las elecciones presidenciales de 2014, en las que Juan Manuel Santos, Óscar Iván Zuluaga, Marta Lucía Ramírez, Clara López y Enrique Peñalosa aspiraban a la presidencia, el voto en blanco alcanzó 770.496 sufragios en primera vuelta. No obstante, en segunda vuelta el voto en blanco disminuyó con 619.396 sufragios.
La bandera del voto en blanco iba dirigida sobre tres escenarios principalmente: 1. Restringir el paso del uribismo al poder 2. Ser “coherente” 3. Ni Duque ni Petro.
Pero algo es claro, y es que si se le sumaban los votos en blanco o se eliminaban a Petro tampoco le alcanzaba para ser Presidente, quien logró más de 8 millones de votos. Mientras que Duque alcanzó más de 10 millones 300 mil votos.
A pesar de haber sido muchos votos para un candidato de izquierda en Colombia fue superado por el candidato uribista que también registró una de las mayores votaciones en la historia electoral del país. De manera que Duque agregó 2.8 millones de votos en segunda vuelta y Petro aumentó 3.2 millones de votos.
La polarización de las elecciones en el país permanecieron de principio a fin al asegurar que tanto Duque como Petro representan dos extremos que pretendían evitar. Sin embargo, la mayoría de analistas coinciden en que el discurso de Petro “atemorizó” a una buena cantidad de votantes de centro y de voto en blanco que en último momento cambiaron de parecer.
Sergio Fajardo
El excandidato presidencial de la Coalición Colombia, Sergio Fajardo, fue uno de los principales promotores de voto en blanco. Quizás, ha sido el político que desde un principio anunció que no haría alianzas por fuera de las que estableció dentro de esta coalición para llegar a la presidencia.
Precisamente Fajardo no comulgó con ninguna de las dos opciones electorales que llegaron a la segunda vuelta con la pretensión de mantener su postura hasta el último momento. Este argumento hizo que la mayoría de seguidores de Gustavo Petro, que apuntaban a convencer al votante fajardista de centro o en blanco, fuese en todo caso una opción infructuosa, manifestando que al elegir esta opción el excandidato optaba por votar en contra de la paz o votar por la guerra.
Por ese motivo, Fajardo se convirtió en el político que podría resolver quién se quedaría con la presidencia en segunda vuelta al alcanzar 4.589.696 votos. Sin embargo, esto no sucedió. Porque buena parte de los votos se dividieron entre petristas, duquistas y en blanco.
A propósito de garantizar que una parte del electorado de la Alianza Verde se fuera con Petro, movimiento político que hizo parte de la Coalición Colombia que apoyo a Fajardo condicionó para la segunda vuelta a sus electores estableciendo un parámetro de votación entre el voto en blanco y el candidato de izquierda. Con el fin de restringir el paso al uribismo y no dispersar los votos fajardistas entre votar por Duque o en blanco.
Mientras esto ocurría, Fajardo seguía en firme con la posición del voto en blanco asegurando que era lo mejor para Colombia.
“El voto en blanco permitirá mantener una independencia, respetuosa y constructiva, frente al gobierno que venga. Será fundamental para reconciliar a Colombia en el largo plazo, así por un momento de campaña suscite algún insulto”.
Esto, según el político, garantiza una independencia frente a cualquier opción que se quedara con la presidencia, que para este caso fue Iván Duque. Asimismo, explicó que no estaría dispuesto a aceptar un gabinete bajo el Gobierno del candidato uribista.
“Yo no me arrepiento de votar en blanco, yo expliqué exactamente por qué lo hacía y lo dije de manera cuidadosa, repitiendo algo que tengo que repetir: para mí, para nosotros, el voto es por convicción no por obligación, cada voto es un acto de confianza y nosotros le apostamos a la libertad de las personas para escoger”.
Ahora el excandidato presidencial se concentrará en las elecciones regionales y locales.
Jorge Robledo
Otro de los candidatos que promovió el voto en blanco, y precisamente fue acusado por los petristas de legitimar el ascenso de Duque a la presidencia, fue el político de izquierda Jorge Robledo del partido Polo Democrático.
Robledo, que ha mantenido a flote discrepancias y diferencias con Gustavo Petro, a pesar de compartir ideas de Gobierno, no lo apoyó en la segunda vuelta a la presidencia, aunque el candidato de izquierda le pidió su apoyo.
Ante las acusaciones, Robledo sostuvo que con los resultados electorales de este 17 de junio se confirmó que era falso que votar en blanco era votar por Duque o por Petro.
“Duque también habría ganado si el voto en blanco no hubiera existido o ese voto hubiera sido por Petro. ¡Seriedad en el debate! ¡No más engaños!”, dijo.
Sin embargo, luego de conocerse el triunfo del candidato del Centro Democrático, Robledo arremetió contra este asegurando que seguirán siendo oposición en su Gobierno.
Humberto de la Calle
El exjefe negociador del Gobierno con la guerrilla de las FARC también hizo parte de aquellos que promovieron el voto en blanco para la segunda vuelta.
Justificó su voto explicando que era lo que dictaba su conciencia.
“Por mi parte, doy por terminada toda actividad electoral, no obstante, no renunciaré a mis ideas. Seguiré presente en la discusión política. Mi compromiso con la paz de Colombia se mantiene en pie”, señaló.
Cabe destacar que el liberal Juan Fernando Cristo y el escritor Héctor Abad Faciolince apoyaron también la iniciativa.