Los enfrentamientos entre la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Ejército Popular de Liberación (EPL) en la región de Catatumbo ha desatado un masivo desplazamiento estimado en 16 mil personas, según la oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Asuntos Humanitarios (OCHA).
Según el organismo internacional este enfrentamiento se debe principalmente por obtener el control del territorio y las rentas derivadas de narcotráfico. Asimismo, denuncian que se han registrado “violaciones de Derechos Humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario”.
“Se estima que cerca del 70% de familias desplazadas han retornado bajo su propio riesgo -pese a la falta de garantías de seguridad- ante las pocas posibilidades de sustento en el lugar de recepción. Las personas desplazadas que no han retornado siguen ubicadas en dos Espacios de Protección Humanitaria aún activos, y otras han llegado a municipios como Ocaña y Cúcuta”, se lee en el informe.
Se agrega, además, que la situación es de alto riesgo y persiste la vulnerabilidad para aquellas personas que ejercen alguna clase de liderazgo en la región. Es de recordar que durante este tiempo de enfrentamiento subversivo han sido asesinados al menos tres líderes sociales en la zona y un alto número de líderes comunitarios han sido amenazados.
En este sentido, al menos 9 civiles han resultado afectados por accidentes con minas antipersonal y munición sin explotar (MAP/MUSE), y por lo menos tres han sido víctimas militares. La presencia de MAP/MUSE y artefactos explosivos improvisados (AEI) ha aumentado, lo que genera restricciones a la movilidad y al acceso en algunos caminos veredales, y alrededores de centros educativos rurales.
Uno de los meses que vivió mayor violencia fue entre marzo y abril, mes que prácticamente se libró a muerte por el control del territorio. Con avisos por parte de cada grupo insurgente de toque de queda con amenazaba a la población con fuertes restricciones de acceso a la región, disminución de comercio y amenazas a la ciudadania y líderes sociales de encontrarse entre el fuego cruzado.
Cabe destacar que Colombia ocupa el segundo lugar entre los paises con mayor desplazamiento forzado en el mundo. Con 7.7 millones de desplazados por debajo de Siria con 12 millones, según datos confirmados por la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) en 2017.
Clases de más de 44.000 niños de la región del Catatumbo han sido suspendidas este año
Los más pequeños también se han visto afectados por la violencia armada. OCHA explica que 44.829 niños y adolescentes se han visto afectado en su derecho a la educación desde el inicio de la crisis y que más de 2.900 niños y niñas continúan desescolarizados.
Por su parte, el Consejo Noruego de Refugiados (NCR, por sus siglas en ingles) denunció en un informe que los niños que no asisten a clases están “más expuestos” al reclutamiento forzoso, así como a convertirse en “víctimas del trabajo y abuso infantil”.
Esto sumado al cierre de al menos 80 instalaciones educativas por temor a la violencia en la región. La ONG también denunció que se han detectado 26 minas terrestres y restos de explosivos cerca de aulas escolares.
Catatumbo ligado a la violencia y el narco
El ultimo informe del Departamento de Estado de Estados Unidos puso sobre la mesa la evolución de coca que para el 2017 se situó en 209.000 hectáreas sembradas. Una cifra récord que ha sido un factor de apalancamiento en el recrudecimiento de la violencia en el país, luego de la firma de la paz con la exguerrilla de las FARC.
La ubicación geográfica del Catatumbo en el pacifico nariñense es uno de los territorios que históricamente ha sido disputado por grupos al margen de la ley. Su territorio cerca a la frontera con Venezuela permite el transito de una buena parte de estupefacientes que pretenden emigrar hacia el norte de América y otros países.
Otras actividades lucrativas como impuestos al paso de mercancías de contrabando y la extorsión son garantías de fuente criminal, son ejercidos allí por estos grupos.
La mafia colombiana se ha valido del auge de coca en el país para poner sus ojos en el mercado norteamericano y europeo, además de empezar a incursionar en el mercado de narcóticos de medio oriente.