Luego del informe entregado por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) en el que se informa que la producción de cocaína en Colombia alcanza un nuevo récord, el presidente Iván Duque anunció una nueva “política integral” para enfrentar la situación.
De acuerdo con el informe elaborado por la UNODC y el Sistema de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI) entregado este martes 19 de septiembre la producción anual de 2017 aumentó en un 31% con respecto a la de 2016, alcanzando 1.379 toneladas. Por su parte, el número de hectáreas cultivadas también aumentó en un 17%.
Colombia sigue siendo el mayor productor de cocaína del mundo, ya que se concentra en la región el 40% de la producción global. Esta cifra, que es reducida -según analistas-, no es comparable con la publicada por la Oficina Política de Control de Drogas de la Casa Blancaque en un informe estableció el número de 209 mil hectáreas.
En una rueda de prensa, el presidente manifestó que ese aumento, que se constata desde 2012 ó 2013, es motivo de “preocupaciones” en la Casa Blanca, del zar antidrogas de Estados Unidos y también de Naciones Unidas.
#Bogotá I Para enfrentar los cultivos ilícitos, en los próximos días presentaremos una política integral contra las drogas, que incluye, entre otros, el fortalecimiento de la interdicción aérea, marítima y terrestre, así como erradicación y sustitución con desarrollo alternativo. pic.twitter.com/ejs0w6J8QF
— Iván Duque ?? (@IvanDuque) September 19, 2018
Con dichas acciones se buscará “desarticular por completo la red de suministro, tanto de precursores (químicos) como de insumos; avanzar en la estrategia de erradicación y sustitución voluntaria, y seguir adelante (…) con el desarrollo alternativo y la presencia de la inversión social del Estado”.
El estudio se basó en un censo de cultivos de coca con fecha de corte del 31 de diciembre de 2017, el cual se realiza a partir de la identificación de lotes en imágenes satelitales que cuenta con el respaldo y verificación de campo y aerofotografía.
Geografía del cultivo
La génesis de los cultivos de coca siempre ha permanecido dentro de un marco historico, desde 2013, sin embargo, empezó a crecer a un ritmo promedio de 45 % anual, pasando de 48 mil hectáreas en ese año a 146 mil en 2016. Este incremento se originó durante los diálogos de paz entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y la exguerrilla de las FARC en La Habana.
Mientras esto ocurría, se decidió, a petición del grupo guerrillero, suspender la metodología que tenía que ver con lucha contra las drogas que lideraba el Estado colombiano. Como resultado, en el marco de las negociaciones, se suspendió la aspersión aérea con glifosato, se incrementó las metas de erradicación manual, se elaboró el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos (PNIS) y se promovió la acción integral en los diferentes eslabones de la cadena del narcotráfico.
Según los datos del SIMCI y la UNODC, a fecha de corte de 31 de diciembre de 2017, el área sembrada con coca en el país tuvo un incremento del 17 %, representado en 25 mil hectáreas respecto a la medición de 2016 que alcanzó 171 mil hectáreas.
En este punto, los departamentos más afectados por el cultivo siguen siendo los mismos: Antioquia, Putumayo, Norte de Santander y Cauca. Es de resltar que Nariño es uno de los más afectados con un 7 % de incremento, a pesar que el cultivo creció menos allí comparativamente en el país. Al mismo tiempo, Tumaco, municipio que hace parte de Nariño, sigue siendo el municipio más afectado del país, a pesar de que la coca se redujo en un 16 %.
Por otra parte, el mayor caso de reducción se presentó en el departamento de Guaviare, donde se reportaron 1.915 hectáreas menos que en 2016. El 33% de los cultivos de coca se encuentra alejadas de las cabeceras a más de 10 km de cualquier centro poblado.
#InformeCultivosIlícitos2017 l Las áreas con mayor afectación por cultivos de coca siguen localizándose ? en el Catatumbo, el Bajo Cauca, la zona montañosa del Cauca y las fronteras con Venezuela y Ecuador ?? pic.twitter.com/SAQhRK64Rf
— UNODC Colombia (@UNODCColombia) September 19, 2018
Al mismo tiempo, se describe el impacto ambiental que se vive en estos territorios. El 34% de los cultivos de coca identificados están plantados en áreas que en 2014 eran bosques. Por otro lado, el 5 % de la coca está sembrada en parques naturales, y el 27 % a menos de 20 kilómetros de una de esas áreas protegidas.
Se explica también que la diferencia entre los incrementos de área neta con cultivos de coca (17%) y el área productiva (33%), puede explicarse por el hecho de que en 2016 hubo un gran incremento de nuevos cultivos de coca que comenzaron a ser productivos en el 2017.
Reducción en el precio
El informe señala que los precios relativos al clorhidrato de cocaína, coca fresca y pasta básica de cocaína cayeron 28 %, 14 % y 11 % en relación con 2016. De acuerdo a esta caida, una de las razones podría ser que los precios respondieron a un aumento en la disponibilidad. Se aclara, sin embargo, que esta fijación de precios no es directa y uniforme en las regiones donde hay transacciones económicas con cultivo de coca.
Se advierte variaciones asociadas a la presencia de compradores en las zonas de producción y al control territorial de los grupos al margen de la ley, que resultan determinantes en la dinámica de mercado de la coca.
#InformeCultivosIlícitos2017 l El precio ? en promedio de la hoja de coca en sitio de producción bajó ?: De $2.900/Kg en 2016 a $2.100/Kg en 2017 pic.twitter.com/21WVO5ujwJ
— UNODC Colombia (@UNODCColombia) September 19, 2018
Se estima que la hoja de coca que se produce en los 10 municipios más afectados por cultivos de coca tiene un valor en el mercado local de USD $302 millones (890.232 millones COP), como valor de referencia la sumatoria de los presupuestos oficiales anuales de los 10 municipios es de USD $196 millones (COP$577.000 millones de pesos).
De igual modo, en 2017 las incautaciones de cocaína aumentaron un 20 %, se optimizó la intervención sobre los complejos de transformación,la erradicación forzosa casi se triplicó y se lograron los primeros acuerdos de erradicación voluntaria.