A pesar del proceso de paz con las FARC en 2016, la exguerrilla colombiana sigue apareciendo en la lista de organizaciones terroristas que publica anualmente el Departamento de Estado de Estados Unidos.
Si bien el informe -que corresponde a 2107- no señala ataques cometidos por el exgrupo guerrillero, sí se atribuyen algunos presuntos actos de extorsión y amenazas registradas en el 2016. Al mismo tiempo, se habla de la presencia de disidentes de las FARC, quienes siguieron en la ilegalidad y no se acogieron al proceso de paz.
De acuerdo con el Departamento de Estado, las autoridades colombianas continuaron operando grupos de tareas conjuntas policiales y militares para mejorar la coordinación en la lucha contra el terrorismo. Al respecto, no ha habido cambios en la legislación y los procedimientos de investigación relacionados con el terrorismo desde 2016.
En el documento se hace énfasis en la progresiva disminución de las acciones terroristas en el país, y también se habla de una disminución en al menos un 40 % en los ataques registrados en 2017. Todo esto en el marco del posconflicto.
Asimismo, se destaca el esfuerzo entre las partes, el gobierno y el Ejercito de Liberación Nacional (ELN), que acordaron un alto el fuego de tres meses que comenzó el 1 de octubre de 2017, y que fue el primero de esos acuerdos durante el conflicto de 50 años. Los secuestros del ELN, los desplazamientos forzados y los ataques contra el ejército, la población civil y la infraestructura crítica se redujeron drásticamente desde octubre, con solo una violación confirmada del alto el fuego. Sin embargo, los ataques d este grupo armado se dispararon en las regiones rurales y fronterizas antes del alto el fuego, y las comunidades locales informaron que la extorsión y el desplazamiento relacionados con el ELN continuaron incluso después del alto el fuego.
Una de las principales prohibiciones por aparecer en la categoría de terroristas, tanto para la exguerrilla de FARC y la guerrilla del ELN) es no poder ingresar al país norteamericano.
De igual modo, se indica que las fronteras de Colombia están fuertemente cercadas por grupos al margen de la ley, narcotraficantes y más de 660 mil venezolanos que huyen del régimen. “Si bien la autoridad detuvo regularmente a nacionales de terceros países que ingresaron ilegalmente al país, carecía del personal, el poder de aplicación y los recursos para responder a posibles amenazas y repatriar a los migrantes”.
Según la Oficina de Contraterrorismo, la seguridad fronteriza colombiana siguió siendo un área de vulnerabilidad. Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley enfrentaron el desafío de trabajar en áreas con fronteras porosas y topografía difícil, plagada por la presencia de grupos armados ilegales y el tráfico de drogas.
Cronología de ataques terroristas
El documento describe una serie de ataques terroristas perpetrados por el ELN en 2017:
- El ELN se atribuyó la responsabilidad de un ataque del 19 de febrero en el barrio de La Macarena en Bogotá en el que murió un oficial de policía.
- El 30 de septiembre, tres agentes de policía fueron asesinados en Miranda, departamento de Cauca, en un ataque que se cree fue realizado por disidentes de las FARC.
- En septiembre, justo antes del alto el fuego del 1 de octubre, el ELN llevó a cabo una serie de ataques contra el oleoducto Caño Limón-Covenas en los departamentos de Norte de Santander y Arauca. En 2017, se registraron 45 ataques en ese oleoducto antes del alto el fuego.
- El 25 de octubre, miembros del ELN reivindicaron la responsabilidad de matar a un líder indígena en el departamento de Chocó. El ELN luego reconoció que se trataba de una violación al alto el fuego.
Disidencias
Las disidencias de las FARC se han vuelto una amenaza para el actual proceso de implementación de paz, así lo reconoce el Departamento de Estado. El acuerdo de paz con las FARC inició un proceso de desarme, desmovilización y reincorporación que permitió desarmar a 11.000 excombatientes y milicianos.
“La Organización de Naciones Unidas (ONU) finalizó la fase de desarme de su misión de monitoreo y verificación el pasado 25 de septiembre, recolectando 8.994 armas, 1.7 millones de rondas y más de 40 toneladas de explosivos. El gobierno de Colombia acreditó a aproximadamente 11.000 excombatientes para la transición a la vida civil”.
Sin embargo, explican, hubo desafíos para implementar el acuerdo de paz y un pequeño número de grupos disidentes rechazaron el proceso que a la fecha va en aumento. Los informes confirmaron que algunos de estos grupos continuaron la extorsión y las actividades ilícitas.
En general, el número de individuos disidentes de las FARC y el ELN que fueron asesinados o capturados disminuyó en comparación con 2016, mientras que las deserciones individuales aumentaron. Las muertes civiles causadas por el terrorismo siguieron disminuyendo en todo el país. Colombiano-EE. UU., la cooperación antiterrorista se mantuvo firme y Colombia ha condenado abiertamente al ISIS y sus objetivos.