Por estos días el sonajero para dirigir el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) ha estado sonando mucho. A raíz de la controversia que generó en redes sociales la postulación de Mario Javier Pacheco, fuentes del Gobierno confirmaron que su nombre nunca estuvo entre los aspirantes.
A la polémica se suma la postulación del abogado Fernando Vargas Quemba quien hace parte del Comité Nacional de Víctimas de la Guerrilla – Vida, que luego de hacer pública su aspiración de dirigir la entidad fue amenazado de muerte.
Radicada en @FiscaliaCol la denuncia de la amenaza contra mi vida y la vida de mis hijos, por la postulación a la dirección del CNMH.
La Memoria histórica de las víctimas de la guerrilla es más que un derecho. Es una deuda con la Verdad, que hay que pagar!! pic.twitter.com/VJcxjWqefv— Fernando Vargas Quemba (@drvargasquemba) October 22, 2018
PanAm Post habló con el abogado que considera que las amenazas de muerte tienen la finalidad, según él, de que tome la decisión de renunciar a su aspiración a esa entidad.
“Desde que se creó la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (CNRR) en el marco de la Ley 975 de 2005 o Ley de Justicia y Paz estuvo a cargo por personas a fines a la izquierda. La entidad fue dirigida por Gonzalo Sánchez que es un hombre de izquierda profesor de la Universidad Nacional y el director del CNRR era Eduardo Pizarro León Gómez, hermano del comandante del M-19, Carlos Pizarro. De manera que en aquella ocasión yo le pedí al presidente Álvaro Uribe (2002-2010) durante su mandato que nos reconociera el derecho a participar en el CNRR como organización de víctimas, la ley permitía que estuviéramos dos representantes de víctimas allá en la dirección de esa organización”.
¿Y qué pasó?
Ese derecho nos fue negado, no nos aceptaron. Luego vino el cambio de Gobierno y vino la ley de víctimas de 2011, esta normativa creó un nuevo centro de memoria histórica que es el actual Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) y ¿Qué es lo que hacen con eso? Gran parte del grupo de personas que estaba en la Comisión Nacional de Reparación las trasladan y lo convierten en esta nueva entidad con este nuevo nombre de acuerdo con la ley 1448 de 2011, y le dan una vigencia de 10 años que es el tiempo que le dan a la ley de víctimas.
De manera que en ese entonces Gonzalo Sánchez se convierte en el director y se registra el paso por esa entidad de ex guerrilleros del Ejercito Popular de Liberación (EPL) con contratos laborales de muchos años y con excelentes sueldos por encima de 10 millones COP escribiendo la memoria a su antojo.
¿Cuál ha sido su experiencia en el campo de las víctimas y el conflicto?
Yo llevo 30 años trabajando el tema. Están mis libros que no me dejan mentir, están los medios de comunicación que no me dejan mentir. Que no he hecho yo a favor y en defensa de los derechos de las víctimas. Asistí a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos desde 1993 a 1995 a denunciar los crímenes de las FARC y el ELN, cuando nadie se atrevía a levantar una voz de protesta en Colombia en aquella década. Cabe recordar que las voces de protesta comienzan a brotar en el Gobierno de Uribe, antes todo el mundo era silencioso porque la criminalidad nacional era terrible.
¿Qué ocurrió con parte de los integrantes del Comité Nacional de Víctimas de la Guerrilla – Vida?
A nosotros en el Comité Nacional de Víctimas de la Guerrilla que estamos trabajando desde 1991 nos asesinaron media junta directiva en la década del 90, el resto de junta le tocó huir del país. Actualmente hay tres personas vivas en Estados Unidos que lograron sobrevivir.
¿Al parecer esta no es la primera vez que recibe una amenaza?
No es la primera. Yo sobrevivo pero mire la cantidad de intentos que han hecho por matarme. Me tocó irme del país porque hasta las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) terminaron ordenando mi asesinato en 2004 junto con mis hijos. Tuve que salir por las diversas amenazas de este grupo paramilitar, sumado también a las de la guerrilla de las FARC y ELN.
Esto demuestra que mi trabajo ha sido transparente. Porque si recibo amenaza de todos los grupos insurgentes ya se imaginará cómo es mi proceder.
¿Por qué hay tanta resistencia a su postulación en el CNMH?
En la campaña a la presidencia de Marta Lucia Ramírez y de Iván Duque yo les propuse directamente a ellos que nos dejaran dirigir el Centro de Memoria Histórica, ya que solo quedan tres años de vigencia. Ya la izquierda se empoderó en la Comisión de Paz conformada por 11 miembros y en cabeza del padre Francisco de Roux.
¿Y que pasó con la Comisión?
Eso allá es de ellos, yo allá no tengo cómo discutir eso. Me excluyeron del derecho a participar en la Comisión pese a que me postularon y presenté toda la documentación, pasé el primer análisis, pero no sirvió ya que luego vino la parte política de la comisión de escogencia y me excluyeron. Ahora, yo le dije al presidente Duque y a la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez que el CNMH debe estar en nuestras manos, que se nos permita construir nuestra memoria histórica de víctimas de las guerrillas como FARC, ELN, EPL, M-19, Quintín Lame, entre otros. Eso no se ha hecho en el país.
¿El presidente Duque y la vicepresidenta Marta Lucía estuvieron de acuerdo con su propuesta?
Sí, ellos me dicen que está bien, que les gustó como lo propuse y que la memoria del conflicto en el país debe ser algo equilibrado.
Sin embargo, fuimos postulados por una gran organización civil que se llama Únete Por Colombia y luego se nos unen las otras organizaciones de víctimas más importantes como la Corporación Rosa Blanca, Manos por la Paz, Asociación de Víctimas de Antioquia, de la Costa Caribe, de Atrato y otras organizaciones de Derechos Humanos que no son de izquierda.
¿Cuál es la petición entonces?
Queremos equilibrar la memoria histórica. En 13 años que han venido manejando esto, se ha publicado 120 tomos hablando en su mayoría de los crímenes del paramilitarismo y los crímenes anexos de las Fuerzas militares y ¿El resto de los crímenes qué? ¿Los civiles no tenemos derecho a escribir la historia de nuestros victimarios de las FARC, de nuestro dolor, cómo secuestraron, cómo violaron tantos niños? La memoria histórica se trata de todos nosotros.
¿A su juicio cómo es la línea de memoria histórica del actual CNMH?
Las víctimas de paramilitarismo tuvieron 13 años y se ha acusado al Ejército en medio de sus libros en 120 volúmenes y más de 60 videos. El trabajo de ellos ya está hecho como dijo Eduardo Pizarro en la Corte Constitucional hablando sobre la Comisión de la Verdad, ya tienen el trabajo hecho porque venía de la CNMH.
¿Quiénes lo acusan luego de hacer publica su postulación?
Sorprende que la hija de Pizarro salga al ataque, que Daniel Coronell salga al ataque con una cantidad de infamias ¡Por dios Santo! Diciéndome nazi, paramilitar, sin ninguna prueba. Que el diario El Espectador entre en este juego sucio volviendo a subir a la web un artículo de 2010 que ya había corregido y ya se había retractado de haberme acusado de ser desmovilizado de los paramilitares. Yo tengo menos mal la corrección que hizo El Espectador, lo que no me di cuenta es que bajaron la corrección y volvieron a subir la calumnia.
A partir de esto, todos los tuiteros a favor de Gustavo Petro y la Izquierda empiezan a señalarme.
Coronell en 2013 publica una columna titulada ‘La Huella Nazi’ que lo vincula a usted en un evento del movimiento Morena en Bogotá junto con un ideólogo nazi llamado Armando Valenzuela Ruíz y señala textualmente “Cinco años después me reitero en cada palabra de la columna”, ¿Qué opina de esto?
Daniel Coronell quiere desprestigiarme para acabar con mi vocería de las víctimas. Nosotros creamos una fundación familiar sin apoyo de nadie para ayudar a la víctimas del conflicto en Colombia. Además, nunca me mencionan en ningún archivo de computador de los paramilitares. Es que si yo tuviera algún nexo con los paramilitares con la bronca que me tienen en el país hace rato estaría en la cárcel. Todo esto me enerva, me entristece.