
Se conocieron nuevas grabaciones del polémico caso que salpica al Fiscal General Néstor Humberto Martínez con el caso de corrupción en Colombia. El diario El Espectador publicó una nueva grabación donde se escucha a Martínez conversar con Jorge Enrique Pizano, quien le habría puesto en conocimiento las irregularidades que encontró en el caso de Odebrecht.
En los audios se escucha a Pizano, ex controller de la Concesionaria Ruta del Sol y a Martínez quien para ese entonces fungía como asesor jurídico del Grupo Aval. Esta sería una de las principales pruebas que implican directamente al fiscal en el caso. A pesar que el ha manifestado no conocer si para esa fecha se había constituido delito alguno.
Pizano le explicó a Martínez que había facturas falsas, contratistas sin experiencia en el cargo, duplicados de firmas, entre otras irregularidades. En esa conversación, Martínez identificó una serie de delitos que se estarían llevando a cabo en la construcción de la Ruta del Sol a cargo de Odebrecht y Corficolombiana.
Transcripción de la conversación:
Jorge Enrique Pizano: ¿Jodido o qué?
Néstor Humberto Martínez: Jodido… ¿Qué ha hecho?… Mire todos los delitos que se han cometido
JEP: ¿Eso es de lo mismo?
NHM: Soborno, lavado de activos, falsedad en documento privado, administración desleal, abuso de confianza, estafa, hurto agravado… peculado por apropiación.
JEP: El del abuso de confianza es lo que más me…
NHM: Asesorías contratadas por la Concesionaria Ruta del Sol.
NHM: Ahí estamos avanzando mucho, pero si tiene algo…
JEP: Como me dijiste, yo te voy trayendo cositas.
JEP: Entonces, el tema es… yo pido los pagos, voy cruzando temas con Sarlaft, pero de todas maneras voy revisando con detenimiento.
Martínez entre el problema político y el problema jurídico
El abogado Javier Francisco Franco le dijo a PanAm Post que el fiscal Martínez se debate entre el deber del secreto profesional como abogado y por otro lado, en un problema de naturaleza política.
“El fiscal Néstor Humberto Martínez se cuidó mucho cuando se declaró impedido. Eso no quiere decir que hoy no existan razones políticas que lo podrían inclusive llegar a ‘tumbar’ del cargo. Técnicamente, cualquier abogado hubiese tenido que guardar la reserva de su cliente y esto es algo sagrado dentro del ejercicio profesional”.
El jurista destacó que en el caso eventual que el abogado previera o percibiera que el cliente pueda cometer un delito, eso es otra cuestión.
“El que hace esa evaluación sobre la necesidad de cubrir o no ese secreto sigue siendo el abogado. Algunos afirman que hay delito, pero él no tenía certeza de que esto fuese así. Hay una tensión de derechos, como lo llaman los abogados, no era un caso fácil. En este sentido, yo hubiese defendido el secreto profesional de Corficolombiana”, ultimó.