En su paso por Colombia el diputado brasilero Eduardo Bolsonaro, hijo del recién elegido presidente Jair Bolsonaro, hizo algunas visitas diplomáticas, además de una charla.
E. Bolsonaro es diputado federal por el estado de Sao Paulo y por el Partido Social Liberal, liderado por su padre. Actualmente es el diputado con mayor votación en ese país al alcanzar 1.814.443 votos, superando así el récord establecido en 2002 por Enéas Carneiro.
Luego de que su padre fuese apuñalado durante la campaña presidencial, se volvió una de las caras más visibles de la campaña, pues era él quien daba muchos de los partes sobre el estado de salud de su padre y quien ofrecía entrevistas y comentarios a medios locales e internacionales.
En su visita, el joven político y abogado dio una charla en la Fundación Mariano Ospina, justo antes de partir a su país natal. Lanzó dardos contra la izquierda de la región, la prensa, el papel del Foro de Sao Paulo y las reformas que se harán en Brasil ahora que su padre es presidente.
Explicó que luego de Gobiernos como los de Dilma Rousseff y Lula da Silva se necesitan reformas constitucionales, y que la elección de Bolsonaro significa para Brasil pasar de un socialismo a conservadurismo con economía de mercado.
Afirmó que considera que una de las principales victorias de la izquierda es el adoctrinamiento en las escuelas y la polarización. “La izquierda es fuerte en esto. Segmenta la sociedad y la divide. No hay debate, no hay argumentos”.
Además, señaló que la izquierda pretendió prohibir WhatsApp durante las elecciones, y recordó que una de las iniciativas de Lula era “democratizar el Internet”. Cabe destacar que uno de los canales con mayor éxito para la campaña de Bolsonaro fue WhatsApp.
En este sentido, aseguró que como ocurrió con Donald Trump en Estados Unidos, llegaron a la presidencia “Sin recursos, con la prensa en contra y pese a una izquierda fuerte se pudo ganar”.
Y defendió su postura política junto con la de su padre, pues, afirma, los medios han creado una narrativa para desprestigiar su proyecto. “No somos fascistas, racistas, homófobos. Esto es una propaganda negra contra Bolsonaro. Supuestamente dicen que es racista, ¿cómo es esto? Si su mujer es trigeña”. Y fue más allá: “no tenemos el apoyo de la prensa, ni de los partidos, tenemos al apoyo de la gente”.
Agregó que su padre ganó la presidencia sin muchos recursos y después de haber sido apuñalado en plena campaña.
E. Bolsonaron añadió que las cosas que pasan en Brasil también pasan en Colombia, haciendo referencia a las marchas estudiantiles y exigencias sociales. A su juicio, estas exigencias son aprovechadas por la izquierda, ya que funcionan como capital político.
“Muchos estudiantes en las calles, ellos son muy bien organizados. Llegó ahora el momento de ser organizados, el precio de la libertad es la eterna vigilancia”.
Bolsonaro hijo afirmó que tras el triunfo de su padre, lo que sigue es asegurar que el proyecto continúe, por medio de políticos afines que se postulen en las elecciones regionales y locales.
Otro de los ejemplos expuestos por E. Bolsonaro sobre la similitud de casos entre Brasil y Colombia fue el del plebiscito por la paz que fue desconocido por el expresidente Juan Manuel Santos y el plebiscito que buscaba la prohibición del porte de armas adelantado por Lula en 2005.
El Plebiscito no se respetó, en Brasil pasó lo mismo. El 64 % dijo no queremos la prohibición de la comercialización de armas. Lula dijo, menos armas menos crimen y desde 2010 tenemos menos armas, pero muy alto crimen.
Por otro lado, habló sobre el nombramiento de los funcionarios que han creado polémica. Se refirió al juez Moro en la cartera de justicia: “Por eso se nombró a Moro el juez del caso de corrupción Lava Jato”. Sobre esto sostuvo que la izquierda brasilera señalaba que todo estaba planeado por Bolsonaro. “El juez puso a Lula en la cárcel para que Bolsonaro saliera electo”, decían.
Por el lado de la economía se nombró a un liberal para reducir el tamaño del Estado, “cada 50 días Dilma estaba inaugurando una empresa estatal, para tener más plata para corrupción”. Por lo que informó que harán lo contrario a Rousseff: van a eliminar empresas y otras van a ser privatizadas.
Sobre el Foro de Sao Paulo dijo que ellos pusieron la política en otro nivel y que cada 20 años un país en Latinoamérica elige el socialismo.
“En 1989, luego de la caída del muro de Berlín, se dijo que acabó el comunismo. Un poco más de una década estaban eligiendo a un socialista como Chávez en Venezuela y luego estaba en toda Latinoamérica: Lula, Evo, Bachelet… todos estaban llegando al poder al mismo tiempo”.
Por último, habló sobre la crisis humanitaria que vive Venezuela y dijo que es una cuestión de humanidad que debe reunir “esfuerzos”.
“La frontera entre Brasil y Venezuela son 200 kilómetros caminando. Es un tema de humanidad para conseguir dignidad para ellos y unir esfuerzos. No es un problema originario de nuestra nación, pero debemos unir esfuerzos. En Venezuela no se puede hablar de libertad”.
Entre otras cosas, Eduardo Bolsonaro se reunió con el ala dura del uribismo y con el presidente Iván Duque y el canciller Carlos Holmes.