A propósito de la propuesta de limitar la libertad de cátedra mediante un proyecto de ley, el expresidente y senador de Colombia, Álvaro Uribe, propuso que los estudiantes de más bajos recursos estudien en instituciones privadas.
La propuesta busca que los estudiantes puedan asistir a colegios privados y que el Estado colombiano pague el 100 % del valor de la matrícula con el fin de evitar que los pequeños estudiantes sean adoctrinados políticamente.
Lo dicho por el expresidente concuerda con el rifirrafe en redes sociales por la foto de un grupo de estudiantes de un colegio de Montes de María, subregión del caribe colombiano fuertemente golpeada por el conflicto armado.
En un cartel que sostienen los pequeños estudiantes, junto con su docente, se lee “Abrazamos la JEP”, frase que fue viral en redes sociales la semana pasada a raíz de las recientes polémicas que se han generado al interior de esa justicia especial y las voces cercanas al Gobierno que piden al presidente Iván Duque objetar la ley de procedimiento.
“Abuso de algunos profesores justifica poner competencia a la educación pública, que estudiantes puedan ir a la privada y el Estado pague el 100% por estudiante de familia d bajos ingresos (…) Educación sin adoctrinamiento, pagada por el Estado a los de menos ingresos, con competencia”, señaló Uribe.
Abuso d algunos profesores justifica poner competencia a la educación pública, q estudiantes puedan ir a la privada y el Estado pague el 100% por estudiante de familia d bajos ingresos.
Educación sin adoctrinamiento, pagada por el Estado a los d menos ingresos, con competencia pic.twitter.com/ucbciZAks0
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) March 5, 2019
Actualmente, el Gobierno analiza las objeciones realizadas por la Fiscalía a la Ley Estatutaria de la JEP, que ya fue avalada por la Corte Constitucional y que está pendiente de la sanción presidencial.
Justamente hace unos días el representante a la Cámara Edward Rodríguez, del Centro Democrático, había presentado un proyecto de ley con el que se buscaba regular y sancionar el activismo de los profesores de izquierda o derecha en las aulas. Sin embargo, este fue desestimado debido a que Uribe manifestó que no respaldaría el proyecto.
Una propuesta reencauchada
La propuesta del expresidente Uribe en Colombia no es nueva, pues esta ya había sido puesta sobre la mesa en las elecciones locales de 2014 por el candidato a la alcaldía de Bogotá Daniel Raisbeck (exeditor en jefe de este medio). En aquella época, Raisbeck propuso quitarle el monopolio de la educación a Fecode, sindicato de maestros que representa los intereses de la izquierda radical colombiana.
¿A quién se le hubiera ocurrido antes? #Vouchers https://t.co/d5RlRqHGCm
— Daniel Raisbeck (@DanielRaisbeck) March 7, 2019
“La educación debe ser tratada realmente como lo que es; un bien económico”
PanAm Post habló con Cristian Gil Toro, especialista en Gerencia de Proyectos y en Educación sobre la propuesta de privatizar la educación con el fin de evitar adoctrinamiento político.
A su juicio, la educación gratuita no es un derecho humano por sí mismo, a pesar de que la ONU la tenga contemplada como tal en el primer inciso del artículo 26 de La Declaración Universal de Derechos Humanos.
“A lo que realmente tiene derecho un individuo o quienes estén a su cargo en el evento tal de no ser lo suficientemente autónomo e independiente (me refiero al caso de los niños y menores de edad), es a elegir la educación que mejor se adecue a sus necesidades y a sus anhelos. La educación debe ser tratada realmente como lo que es: un bien económico”.
Gil Toro, añadió que la educación debe ser tratada como un bien económico porque la educación como la cultura corren aguas debajo de la economía, y esta a su vez de la libre iniciativa.
“Lo primero que antecede a la educación es la libertad para emprender, pues en la medida en que la economía crece y evoluciona y adquiere mayor valor agregado, surgen la cultura y el conocimiento. A partir de ello es que se da inicio a un ciclo de retroalimentación constante. La educación no debe ser ofrecida y supeditada bajo ningún criterio a la forma en la cual se encuentra concebido el Estado de una determinada nación, sino que, por el contrario, debe consolidarse como un mercado más, y debe diseñarse para que cada niño cree su propia estructura de pensamiento a partir de conocimientos que son inmutables, para así evitar que se caiga en el adoctrinamiento”.
Al mismo tiempo, fue enfático sobre la insistencia de la izquierda sobre la educación pública, “es para poder mantener subyugados a los ciudadanos a sus enormes complejos”.