El caso contra el expresidente y senador Álvaro Uribe en la Corte Suprema de Justicia se convirtió en uno de los procesos judiciales más sonados en el país, pues existe una puja política representada en sectores de izquierda que quieren verlo preso. Luego de responder 100 preguntas que lo relacionan con la presunta manipulación de testigos quedó formalmente vinculado al proceso penal. Muchos consideran el caso como algo paradójico e injusto, pues el expresidente pasó de ser víctima a victimario.
La sala de Instrucción de la Corte Suprema tendrá 10 días para determinar si ordena la detención preventiva del expresidente Uribe, en una cárcel o en su casa. Esta situación tendría implicaciones en su contra a nivel legislativo dado que habría que suspender su curul, el que logró con más de 800 mil votos y que lo convirtió por segunda vez en senador en el Congreso.
Luego de haber cumplido la cita con la justicia y haber contestado 100 preguntas que le realizaron los magistrados, el proceso sigue y en los próximos meses la Sala deberá decidir si lo llama a juicio o archiva el proceso.
Los efectos de Uribe en la Corte
Con la frase, “Yo no tengo nada que esconder y voy a entrar por donde entra todo el mundo”, Uribe cumplió la cita en la Sala de Instrucción de la Corte Suprema este miércoles 8 de octubre en horas de la mañana. En medio de la efervescencia de seguidores y opositores del expresidente, en las calles y en redes sociales se vivía una verdadera disputa a favor y en contra.
¡Uribe! ¡Uribe! ¡Uribe! ¡Uribe! ¡Uribe!
Este fue el recibimiento que dieron los colombianos a la llegada del Presidente Uribe a la Corte Suprema de Justicia.Estamos con usted Presidente, jamás caminará sólo! ??#EstamosConUribe pic.twitter.com/LI8BsitiAD
— El Republicano®?? (@ElRepublicano09) October 8, 2019
Mientras esto ocurría y se adelantaba la indagatoria, en medios de comunicación el presidente Iván Duque señalaba, “Yo resumo a Álvaro Uribe en una sola palabra: honorabilidad”. Si bien el exmandatario se mostró tranquiló al responder las preguntas según relató a los medios, uno de los magistrados, César Reyes, fue muy incisivo a la hora de preguntar.
“Fue respetuoso. Contrapreguntó varias veces para verificar datos y descartar contradicciones”, dijo Uribe en un receso a la hora del almuerzo.
Terminada la indagatoria en horas de la tarde y ya alcanzando la noche, el examandatario convocó a una rueda de prensa y agradeció las palabras del presidente Duque, a sus abogados, a su bancada y la solidaridad de muchos seguidores, “Mi obsesión ha sido la verdad y la institucionalidad”, señaló.
Sobre la diligencia, indicó que el magistrado procedió en el cumplimiento de su deber e insistió en que ha respetado los fallos judiciales (como la sentencia que frenó su nueva reelección en 2010) y siempre ha asistido a los llamados de la justicia. Sin embargo, se quejó de que la Corte Suprema presumiera que él hacía llegar a la sede judicial elementos probatorios para inducirlos a error y tomar decisiones que no fuesen realidad.
En este sentido, se refirió a la interceptación a su teléfono que por “error” realizaron investigadores del CTI de la Fiscalía General, —dentro de un expediente contra el representante Nilson Córdoba por el caso de corrupción en la Corte Suprema de Justicia denominado Cartel de la Toga—, en el que procesados pagaban sobornos a magistrados para arreglar fallos judiciales.
“En la secretaría de Sala de Casación Penal aparecen registrados unos números telefónicos de notificación que surgen de los procesos que cursan en la Corte contra el representante. Entendiendo que esos números eran de Nilton Córdoba, sobre ellos recayó el monitoreo telemático. Cuál sería nuestra sorpresa cuando nos enteramos que ese número telefónico no era de él sino del senador Uribe”, dijo el magistrado José Luis Barceló ratificando que las chuzadas a Uribe no eran ilegales y que iban a ser tomadas en cuenta.
Al respecto, Uribe indicó, “Tengo el teléfono más público de Colombia. ¿A quién más le hacen 21 mil interceptaciones en apenas unos días? (…) Cuando uno actúa de buena fe, Dios lo protege. Por fortuna la interceptación me favorecía”, aseveró..
Y se refirió a Iván Cepeda —sin mencionarlo—, a quien acusó de pagar a testigos a través de ONG. Y calificó de injusta la compulsa en su contra mientras a él le archivaban el proceso. En octubre de 2018, la Procuraduría General de la Nación absolvió al político de izquierda luego de una serie de demandas interpuestas por Uribe por falsos testigos y acusaciones sobre su presunta relación con el paramilitarismo después de un debate que se adelantó en el Congreso.
El expresidente en su discurso, concluyó que el caso en su contra ha pretendido afectar y deteriorar su reputación, incidiendo en las elecciones locales y regionales de este próximo 27 de octubre. Incluso, solicitó que su situación jurídica no afectara el respaldo a los candidatos de su partido político Centro Democrático en las elecciones que se avecinan.
Acusaciones contra su abogado
El nombre del abogado de Ávaro Uribe, Diego Cadena, se mencionó en varias ocasiones mientras ocurría la diligencia de indagatoria en la Corte Suprema de Justicia. El expresidente aseguró que desconocía unos presuntos pagos a testigos exparamilitares.
Según el abogado Cadena, solo habría hecho entrega de un dinero y que se trató de una ayuda humanitaria, porque el exparamilitar Carlos Enrique Vélez, le dijo que tenía un hijo en una clínica al borde de la muerte. Lo que es cierto es que aún falta por escuchar a varios testigos. Sobre esto, Uribe le indicó al magistrado que se han producido hechos nuevos y que pedirá que se recoja nueva evidencia para ser presentada en el proceso.
Vine a saber en las últimas semanas que el abogado Cadena, 10 meses después del testimonio de un testigo Vélez, Carlos Enrique Vélez, le dio $2 millones, que por razones humanitarias (…) si me hubiera consultado, le hubiera dicho no. Terminantemente no.
Magistrado Reyes, estaría impedido por ser cercano a esposa del denunciante Cepeda
Según el portal de noticias web El Expediente, el magistrado que hizo parte de la indagatoria contra el expresidente Uribe es muy cercano a la abogada Pilar Rueda, esposa del político de izquierda y denunciante de Uribe, Iván Cepeda.
Rueda, además, hizo parte de la negociación con la guerrilla de las FARC en La Habana, Cuba y ahora hace parte de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
De manera que el magistrado César Reyes hizo parte de un proyecto financiado por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) que tuvo como presupuesto USD $ 5 249 980 y que consistía en fomentar la articulación entre los operadores judiciales con el concurso de todos actores de la rama judicial y con despliegue en distintas regiones del país. En ese entonces, el jurista dirigía el bufete Nueva Justicia & Litigación Oral, compañía de la que fue socio hasta su llegada como magistrado a la Corte Suprema, y coincidió laboralmente con la señora Rueda en ese mismo proyecto, relacionado con la administración de justicia en Colombia.
Uribe tuvo una gran oportunidad que supo aprovechar
PanAm Post habló con el abogado constitucionalista D’mar Córdoba Salamanca sobre el proceso que vincula formalmente al expresidente Álvaro Uribe y las implicaciones jurídicas y políticas del caso.
“Surtida la audiencia de ayer de indagatoria, el expresidente Uribe tuvo una gran oportunidad que supo aprovechar para explicar muy bien en qué está el proceso en su contra. Un proceso que sencillamente es kafkiano, es absurdo, donde él inició un proceso como víctima de unos señalamientos de la extrema izquierda en Colombia que ha vivido muy incómoda por lo que él hizo como presidente de la república y terminó como victimario. Pero, además, terminó como victimario señalado de unos delitos que a nadie le cabe en la cabeza, mientras que el senador que lo señala a él y lo denuncia, en este caso Iván Cepeda, visitó en más de 21 ocasiones las cárceles de Colombia y el expresidente Uribe que nunca ha visitado una lo vinculan formalmente por manipulación de testigos”, manifestó.
Córdoba, añadió que a Uribe le armaron un proceso en la Corte Suprema de Justicia basado en una serie de interceptaciones ilegales, “21 000 llamadas en algo más de dos meses, lo que significa que al expresidente lo tuvieron que haber interceptado diariamente por lo menos 200 veces. Yo no creo que exista un ser humano que pueda hablar 200 veces por un celular en un día, no es posible, sencillamente”.
A su juicio, este escenario fue lo que lo llevó a que lo vinculen formalmente al proceso luego de la indagatoria en la que se pudo defender.
“Veremos entonces cuánto más les dura a los de la Corte Suprema las ganas de tener procesado al expresidente Uribe con testimonios absolutamente dudosos que son los de una serie de exparamilitares que no estarían legitimados para opinar ni para decir nada de él porque son personas que él efectivamente extraditó cuando fue presidente”, puntualizó.