En Colombia el fundador de la plataforma de servicios Rappi envió un contundente mensaje al señalar que el país no puede retroceder en materia económica y afirmó que se debe apoyar el fracking en el país.
Colombia se encuentra en una encrucijada. Si le dice no al fracking debe buscar millonarios recursos para solventar la autosuficiencia petrolera y para paliar el efecto de disminuir las exportaciones. Habrá que olvidarse de las divisas procedentes de la exportación de crudo. Si le dice sí, debe lidiar con los argumentos de opositores, grupos colectivos de presión ambiental y comunidades, que persisten en rechazar la actividad bajo el argumento de una afectación a los territorios.
Simón Borrero, CEO del unicornio colombiano (como se conoce en el ámbito empresarial por ser uno de los emprendimientos más exitosos), sostuvo que actualmente el populismo está frenando el crecimiento económico de Colombia, haciendo referencia a aquellos que están en contra de la práctica. De igual manera, el director de la plataforma de domicilios aseguró para la revista Semana que hay momentos en que se deben tomar decisiones impopulares para lograr los objetivos y que un claro ejemplo de esto es el fracking.
Los Proyectos Piloto de Investigación Integral (PPII) son un proceso integral, con fines investigativos y científicos, que permitirán identificar el potencial de gas y petróleo en yacimientos no convencionales (YNC) y así seguir trabajando por la #SeguridadEnergética de
??— Minenergía #80AñosTransformandoVidas (@MinEnergiaCo) December 27, 2019
“Hay formas de hacerlo (el fracking )cuidando y respetando el medioambiente. Hay que tomar decisiones impopulares como su aprobación. Eso sí, respetando el planeta y pensando en los niños que hoy tienen hambre y cero oportunidades para tener una vida como se la merecen”, afirmó Borrero.
Esta apreciación es clave, pues 2020 promete ser el año en que se lleven a cabo las acciones en torno al fracking. Sin embargo, quien tiene la última palabra es el Consejo de Estado, que aún no se pronuncia sobre cuáles serán las condiciones que se establezcan para llevar a cabo la implementación de proyectos piloto. De igual modo, falta el concepto de un grupo de científicos por solicitud del alto tribunal administrativo sobre las implicaciones positivas o negativas para el medioambiente.
Cabe destacar que en los municipios de Puerto Wilches (Santander) y San Martín (Cesar) se harían las primeras pruebas piloto de fracking en el país, en caso de que sea aprobado el decreto que permite realizar estas exploraciones.
El fundador de Rappi afirmó en su conversación con el periodista Luis CarlosVélez que si la decisión de hacer fracking en Colombia estuviera en las manos de los padres de los niños menos favorecidos del país, estos “votarían obviamente a favor de esta medida”.
De acuerdo con la ministra de Minas y Energía, Maria Fernanda Suárez, “el petróleo, la minería y, en general, el sector minero-energético, se pueden convertir en obras que transforman la vida de los colombianos. Colombia tiene petróleo, gas, cobre, oro, sol, viento y agua. Si desarrollamos la industria de manera sostenible, responsable con las comunidades y el medio ambiente, seguiremos generando beneficios para todos los colombianos”.
Algunos analistas han señalado que Borrero ha venido haciendo política con una serie de frases y criticando lo que se conoce como lo “políticamente correcto”, afirmando estar a favor de la economía de mercado y de la libertad de comercio. Un buen ejemplo de esta creencia es Rappi, que se ha encontrado con fuertes detractores en el país que piden una mayor regulación para la plataforma tecnológica que une a usuarios con tiendas de servicios.
Me complace entregar el premio #EmpresarioDelAño del periódico @larepublica_co a Simón Borrero, CEO de @RappiColombia, ejemplo de innovación y empresarismo en Colombia. Queremos que más jóvenes se motiven y se atrevan a crear empresa. pic.twitter.com/ie5jRGSQL7
— Iván Duque ?? (@IvanDuque) February 28, 2019
Justamente, Rappi es una de las empresas colombianas que más emplea a la población venezolana en el país. Un 57 % de la fuerza laboral son venezolanos, mientras que un 41 % son colombianos y el porcentaje restante son colombovenezolanos. Esto es posible debido a que la empresa funciona sin las trabas que poner el gobierno en materia de regulación laboral. De lo contrario, como apuestan muchos, —que piden una mayor regulación a la aplicación—, sería imposible y sumamente costoso dar trabajo a los migrantes que llegan a Colombia.