English La terrible situación de Venezuela —con la suspensión del diálogo entre gobierno y oposición y el aumento de la represión contra las protestas—, motivó una reunión este sábado en la Universidad Internacional de Florida (FIU) para discutir estrategias de sanción hacia Venezuela. Dada la vacilación, los mensajes conflictivos y las declaraciones aparentemente erróneas del gobierno federal de Estados Unidos, los asistentes mostraron tanto su apoyo como sus propuestas para “influir en el cambio” en la situacuón de ese país.
“El silencio es el mejor amigo de la tiranía”, dijo el miembro de la Cámara de Representantes Mario Díaz-Balart a la audiencia de 45 participantes y 20 observadores del foro “Presión, sanciones y estrategia”. Aunque otros funcionarios electos enviaron mensajes de apoyo —incluyendo las representantes Debbie Wasserman Schultz (Demócrata por Florida) e Ileana Ros-Lehtinen (Republicana por Florida)—, Díaz-Balart asistió y aseguró que la crisis venezolana está generando una agresiva respuesta bipartidista en Estados Unidos. Sin embargo, le preocupa que la reticencia de la administración Obama haya retrasado los procedimientos.
“Lo que tenemos es una dictadura”, afirmó. “Y antes había una dictadura de Chávez… Y no solo es una dictadura, es un cáncer en nuestro hemisferio”.
¿Sanciones a quién?
Siguiendo las observaciones introductorias de Díaz-Balart y Frank Gaffney, del Centro para la Política de Seguridad (CSP) (de inclinación neoconservadora), el evento procedió en dos partes: Los testimonios de tres expertos —Michael Rowal, columnista de El Universal, Luis Fleischman, consultor senior del CSP, y Russ Dallen, editor del Latin American Herald Tribune—, y posteriormente los comentarios de los asistentes a la mesa redonda.
Su consenso pareció ser que las sanciones puntuales y específicas son una proposición que merece ser considerada, que Venezuela tiene todavía un gran potencial económico, y con un cambio de políticas se favorecería el regreso de inversionistas internacionales. Esas sanciones, pensadas para los Chavistas que hayan cometido los peores actos de violencia en Venezuela, incluirían revocaciones y rechazos punitivos de visas, congelamiento de activos y quizás el rechazo del petróleo estatal venezolano para su refinamiento.
Fleischman ofreció el siguiente diagrama para representar tanto los motivos idealistas como los relacionados al interés nacional de los Estados Unidos para la aplicación de sanciones. Confía en que el país norteamericano cuente con suficiente apoyo internacional. Dijo, sin embargo, que el apoyo se potenciaría si otras naciones y regiones, como la Unión Europea, estuviesen interesados en unirse al plan.
Más allá de las sanciones, Rowan dijo que los activistas debían llevar su bandera a las zonas populares para evitar “caer en la trampa de dividir a la población”. Incluso recomendó abandonar la palabra oposición, porque implica dividir a la nación y lo considera un término ficticio y motivado políticamente. En cambio, recomienda que la gente se identifique como “independiente”.
Por otra parte, Dallen hizo énfasis en el factor tiempo, en que el régimen “cleptocrático” está particularmente debilitado en este momento. Citó varios indicadores económicos negativos —la caída de las reservas internacioanles, los peligrosos niveles de inflación, la escasez, la caída de las exportaciones petroleras y de la producción— que pueden convertirse en la nueva normalidad y permanecer por meses e incluso años.
El consenso por las sanciones específicas no se traduce necesariamente en optimismo, según explicó Díaz-Balart. Mientras que él prevé su aprobación en el Congreso en las próximas semanas, desconoce si el Presidente Barack Obama implementará la política, ya que la evidencia sobre lo que sucede en Venezuela ha estado a la vista por meses. Incluso si se implementa, cree que no se debe ser ingenuo. “Es inocente pensar que el régimen de Maduro va a dejar el poder de inmediato y voluntariamente. Así que necesitamos continuar aplicando y reforzando la presión”.
Las voces que piden acción se autoevaluaron
El evento tuvo una fuerte presencia bilingüe, con traducciones simultáneas disponibles al español y al inglés. La ampliación y la retoma de temas, combinadas con fuertes emociones, animaron la mesa redonda. De hecho, muchos sobrepasaron el tiempo de las intervenciones y resistieron los intentos de acortar las discusiones. El evento, por tanto, se extendió por media hora adicional.
La mesa redonda demostró el inmenso interés sobre este tema, con personas que viajaron desde lugares distantes para asistir. Cassandra Izaguirre, por ejemplo, viajó desde Michigan para representar a SOS Worldwide. Es una nueva organización activista (SOS Venezuela) que surgió con las protestas del mes de febrero y ya tiene una página de Facebook con 207.808 “me gusta”.
Una joven de quince años, Gabriela Alvarado, llegó hace dos meses desde el estado Zulia, en Venezuela, para compartir la desesperación que se vive en su país. Afirmó que ella y muchos otros no albergan la hostilidad hacia Estados Unidos fomentada por el régimen.
También hubo en el encuentro mucha autocrítica. Raúl Leoni, uno de los asistentes a la mesa redonda, dijo que hay mucha prédica a la gente que ya está convencidas. “Necesitamos dirigirnos a la audiencia, al mundo”. Similarmente, Alberto Barreto, fundador de Venezuela, Got Democracy?, indicó que muy pocas personas de habla inglesa conocen siquiera cómo localizar a Venezuela en el mapa, mucho menos los últimos desenlaces del país.
Los asistentes reconocieron los retos ideológicos que habrá que afrontar, dado el impacto de años de propaganda estatal y autoritarismo. María Teresa Romero, columnista de PanAm Post y profesora de la Universidad Central de Venezuela, participó y apoyó las sanciones “inteligentes”. Sin embargo, le preocupa lo que ve como una fuerte tendencia cultural al totalitarismo, al militarismo y al populismo en el país.
“Tienen que tener esta realidad en cuenta, porque no somos un colectivo puro y democrático”.
Dijo que existe una minoría militante Chavista que se mantendrá con el régimen y peleará para mantenerlo (aproximadamente 15% de la población).
A pesar de la floreciente población de inmigrantes venezolanos en la zona de Miami, hubo poca mención a los problemas con respecto a los visados y la inmigración. Fleischman señaló una intención más amplia de incluir en el Estatus de Protección Temporal a aquellos que se encuentren ilegales en Estados Unidos, pero no hay un proyecto concreto que promueva tal cosa en el Congreso. Solo Ros-Lehtinen ha hecho mención en la Cámara de Representantes a la consideración de los inmigrantes venezolanos.
Carmen Giménez, vicepresidente de USA Refugees & Immigrants, dijo en el evento que este asunto debía ser de alta prioridad. “Necesitamos proteger a aquellos que tengan que regresarse a donde puedan ser asesinados o torturados”, indicó. Específicamente, su organización se opone al sistema estatal E-Verify, que puede impedir que las personas encuentren empleo, empeorando por tanto su difícil situación.
Pasos hacia la acción
Rowan, uno de los tres ponentes destacados, recibió declaraciones escritas de los asistentes y compilará sus notas en un nuevo sitio web: PressureSanctionsAndStrategy.com. Ya registró el dominio y pronto comenzará a subir contenido. También espera que sirva como un foro de discusión permanente para los asistentes y otras partes interesadas.
La dos legislaciones pendientes más relevantes —El Proyecto de Ley del Senado 2142, patrocinado por el Senador Roberto Menéndez (Democráta por Nueva Jersey), y la Resolución de la Cámara 4587, promovida por Ros-Lehtinen— están respectivamente asignadas a sus comités y esperan por una votación.
Nota del Editor: la información sobre SOS Worldwide ha sido actualizada para destacar que la organización tiene un sitio web dedicado a los asuntos venezolanos.