EnglishEl senador estadounidense por el estado de Florida Marco Rubio lanzó su apuesta para alcanzar la presidencia del país el lunes por la tarde, pero el evento principal no fue su discurso en la Torre de la Libertad de Miami. Un grupo de manifestantes se esforzaba por frenar la excitación por la candidatura del cubano-americano al vociferar diversas críticas, bloqueando temporalmente una carretera adyacente y casi generando un altercado con el personal de seguridad del evento.
Tal es el status de celebridad de Rubio en el sur de la Florida que un nutrido grupo se convocó en anticipación al anuncio, incluyendo donantes, dirigentes partidarios, y prominentes periodistas —demasiados como para que entraran en el edificio.
Esto, sin embargo, solo alentó a los manifestantes anti-Rubio; ahora tenían ante sí una audiencia que no podía acceder al evento, mientras los organizadores procesaban el limitado número de invitados y periodistas acreditados. En particular, partidarios de la amnistía e indulgencia para con los inmigrantes ilegales buscaron dejar en claro que no apoyaban a Rubio.
La Coalición de Inmigrantes de Florida marcó su presencia y describió a Rubio como un inconstante: “Un día lidera la reforma migratoria con una alternativa para la ciudadanía en el Senado, y al día siguiente ‘se arrepiente’ […] quita los fondos a la suspensión temporal [de deportaciones] para los niños y se opone” a la propuesta de Obama para suspender temporalmente las deportaciones de los padres (DACA and DAPA).
La agrupación Igualdad de Derechos para Todos de Homestead estuvo presente y desplegó un mensaje tanto en español como en inglés: “El sueño de Rubio es nuestra pesadilla”, decía una pancarta en referencia al “nuevo siglo americano“, una de sus ejes de campaña. Luego marcharon por la calle, apresurados por la policía que intentaba situarse en el medio.
Juan Ramos, un inmigrante ilegal sin temores por compartir su situación, no mostraba mucha simpatía por Rubio: “Hemos escuchado sus discursos […] pero cuando habla de las familias no podemos identificarnos con él”, dijo. “Ha estado diciendo que eliminará los programas que benefician a nuestras familias [como] la suspensión temporal” de deportaciones, agregó.
Mientras, activistas pro Israel hacían escuchar sus demandas frente al evento, llamando la atención de un público considerable. Bob Kunst, presidente de Shalom International, manifestó estar cansado de la atención que reciben lo que el cree son asuntos secundarios, como el matrimonio entre personas del mismo sexo y el aborto. Registrado como demócrata, Kunst sostiene que nada de eso importa si Irán obtiene un arma nuclear y el terrorismo pone sus pies en suelo estadounidense.
Agregó que se opone con firmeza a la exsecretaria de Estado y candidata Demócrata Hillary Clinton y al exgobernador de Florida y probable candidato Republicano Jeb Bush: “En ambos casos sería una dinastía y un desastre, al mismo nivel”.
Durante el discurso, Rubio, de 43 años, buscó posicionarse como el candidato joven del siglo XXI, en una “elección generacional” contra presuntos opositores de más edad, como Bush y Clinton. También hizo hincapié en su linaje cubano y la historia de su pobreza,;y en la llegada a Estados Unidos de su comunidad para perseguir “su derecho otorgado por Dios, para llegar tan lejos como su talento y trabajo lo permitiera”.
El excepcionalismo estadounidense fue otro de los temas más destacados. Rubio, autor de Sueños Americanos: Restaurando las Oportunidades Económicas para Todos, aspira a conseguir el apoyo para un “nuevo siglo que será el más libre y más próspero en el que los estadounidenses hayan vivido”.
Sin embargo, quiénes son sus votantes naturales, además del electorado de Florida y los cubano-americanos, no están claros: el activista del Tea Party y video-bloguero Chuck Suter dice que quizás hace dos años él y otros conservadores constitucionalistas podrían haber apoyado a Rubio.
Pero, desde entonces, ha apoyado el registro de armas, se aliado con los Demócratas para imponer la vacunación obligatoria, y “consistentemente apoyó los programas inconstitucionales de la Agencia de Seguridad Nacional, que escuchan cada llamada telefónica hecha por ciudadanos respetuosos de la ley en el país”.
Suter, fundador de ConstitutionalWar.org, tambén destaca que Rubio apoyó, durante su aparición en el Daily Show, la Ley de Autorización de Defensa Nacional, que entre sus disposiciones habilita la detención indefinida, e incluso una “mayor redistribución de riqueza”. Jon Stewart, presentador del programa, preguntó luego si Rubio pertenecía al Partido Republicano, y Suter cree que los conservadores se harán la misma pregunta a medida que conozcan más sobre él durante el camino hacia las primarias Republicanas de 2016.
Los probables favoritos del Tea Party, según Suter, serán los senadores Republicanos Rand Paul de Kentucky, Ted Cruz de Texas, y el gobernador de Wisconsin, Scott Walker: “Aunque hayan expresado un interés en la reforma migratoria, no han llegado al nivel de amnistía que [Rubio] ha defendido”. Con el moderado Jeb Bush en carrera, cuya candidatura descartaría un compañero de fórmula en Florida, no cree que Rubio esté encaminado a obtener la presidencia.
Editado por Adam Dubove.