EnglishLa última conferencia de la Red Liberal de América Latina (Relial) atrajo a numerosos liberales de toda la región, pero no fue la clase de políticos profesionales la que me llamó la atención. Más bien, el trabajo de una odontóloga de profesión que viajó desde su hogar en Rosario, Argentina.
Lucrecia Pellerino llegó a tierras mexicanas a finales de octubre para unirse a otros liberales, en la lucha contra las falsas promesas del populismo. En especial, no quería que Argentina siguiera el camino de Venezuela, una trayectoria que ha mantenido bajo la presidencia de Cristina Kirchner. Conversé con ella acerca de cuáles fueron sus motivaciones para dedicar parte del tiempo de su apretada agenda a dedicarse voluntariamente a Fundación Bases. Ahora, ella es la encargada de coordinar eventos en la organización educativa que propone las “ideas de la libertad y una sociedad abierta”.
Comenzó en 2002, me dijo: estaba “muy enojada con la política de mi país y empiezo a participar en política [con mi marido, contador público] en el partido Recrear, de Ricardo López Murphy, que es un partido liberal”.
Pero López Murphy salió tercero en las elecciones de 2003, y el partido ya no existe más. En 2004, Pellerino llegó a la conclusión que la gente necesita estar mejor educada en temas económicos para que ocurran los cambios. Así se sumó en la creación de Fundación Bases, y apuntar a estudiantes universitarios y académicos con sus programas.
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“Quiero una Argentina abierta al mundo”, dice, en contraposición a los mercados cerrados. En su trabajo como odontóloga y ortodoncista, siente el peso de los aranceles y cupos. Sus materiales son todos importados y no se fabrican en Argentina. Estos costos inevitablemente son trasladados a los consumidores que no pueden permitirse pagar precios inflados.
De todas maneras, los impuestos fronterizos son sólo el comienzo. Business Insider informó recientemente que Argentina tiene los impuestos corporativos más altos del mundo, para alimentar el creciente aparato estatal, una virtual prohibición a obtener ganancias.
El gasto del Gobierno central creció de 17 a 33% de la economía sólo en los últimos 10 años, durante el Gobierno del fallecido Néstor Kirchner y luego los de su viuda Cristina.
En cuanto al camino hacia un autoritarismo, al estilo venezolano, Pellerino estaba animada sobre una probable victoria del candidato a presidente por la coalición opositora Cambiemos, Mauricio Macri, a quien ella apoya.
“Todos estamos esperanzados en eso”. Dice, que aunque “Cristina se cree una reina”, ella no se va a poder perpetuar.
Pero Pellerino también dejó en claro que, desde su perspectiva, la política no es una solución a largo plazo, y nuestra reportera en PanAm Post Belén Marty también ha considerado que Macri no es ningún intelectual liberal.