En forma sorpresiva Nicolás Maduro -dictador de Venezuela- reconoció públicamente que su modelo productivo fracasó. El hecho ocurrió el lunes 30 de julio, durante el congreso del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
En esa ocasión declaró, que “los modelos productivos que hasta ahora hemos ensayado han fracasado y la responsabilidad es nuestra, es mía, es tuya. No podemos echarle la culpa a la Santísima Trinidad”. Recalcando cada palabra proclamó, que “Basta de lloriqueos […], nos toca producir con agresión o sin agresión, con bloqueos y sin bloqueos, hacer de Venezuela una potencia económica […] Cero lloriqueo, yo lo que quiero es soluciones compañeros”.
¿Qué lo habrá motivado a asumir tal actitud?
Algunos consideran que lo hizo presionado por sus camaradas / cómplices políticos. Entre ellos, es posible mencionar a Freddy Bernal, coordinador nacional de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), quien confesó que “somos responsables nosotros, porque tenemos 19 años en revolución y ya somos responsables de lo bueno y de lo malo en este país”.
Por su parte Jesús Faria, constituyente y exviceministro de Seguridad Social de Hugo Chávez, manifestó que habría que abolir el control de cambios.
Nos parece difícil que la reacción de Maduro y correligionarios se haya originado en un sincero mea culpa, y explicaremos por qué:
Para empezar, la brutal crisis humanitaria en Venezuela, se viene arrastrando desde mucho tiempo atrás. Erika Guevara Rosas -miembro de Amnistía Internacional- señaló que “las proyecciones indican que para fin de año 4 millones de venezolanos pueden estar necesitando refugio” y cuestionó “la represión a los jóvenes, a los maestros, el desabastecimiento, la falta medicamentos básicos, en particular para las enfermedades crónicas”.
Además afirmó, que el gobierno de Maduro “ha intentado instaurar una narrativa en términos de Guerra Fría para eludir su gravísima responsabilidad” con respecto a esos hechos.
Críticas como esas, Maduro y Cía han recibido a montones; sin embargo, nunca se les movió un pelo. La verdad, es que les importa un bledo el sufrimiento que causan a los demás. Y es lógico que eso suceda, porque en este tipo de régimen, aquellos que logran ocupar altas posiciones son los sádicos, los de peor calaña, los inútiles. O sea, aquellos que en situaciones normales deben ocultar sus inclinaciones o terminan en la cárcel.
En adición, Maduro no es sólo sádico sino también cínico. Alguien que ha perdido todo contacto con la realidad y los puntos de referencia. ¿Por qué decimos eso? Porque al afirmar que va a cambiar el modelo productivo, agrega que se hará “sin abandonar un segundo la protección y seguridad social”…
Con respecto al control de cambios, es difícil que Maduro lo elimine, cuando constituye una de las principales fuentes de su enriquecimiento personal y del de su círculo más cercano. Eso es lo que acaba de saltar en Estados Unidos, a raíz de una investigación judicial en Miami, sobre lavado de dinero ilícito proveniente de Petróleos de Venezuela (PDVSA), empresa estatal monopólica.
Con relación a esos hechos, una fiscalía federal de Estados Unidos acusó a un grupo de venezolanos y extranjeros, de formar parte de una red de corrupción que, por estar bien posicionados dentro de la dictadura chavista, se han venido beneficiando del régimen cambiario imperante en Venezuela.
Los empresarios, son acusados de aprovecharse de la abismal diferencia entre la tasa de cambio oficial y la del mercado negro, para amasar ganancias estimadas en varios cientos de millones de dólares.
Según lo trascendido, dentro de ese esquema Maduro ocuparía una posición predominante.
“El Nuevo Herald” expresa, que “Fuentes con información directa del caso dijeron a el Miami Herald, que Maduro es el individuo identificado como ‘Funcionario Venezolano 2’ en la acusación presentada el miércoles en la Corte Federal de Miami, que delinea una conspiración para lavar $1,200 millones (de dólares) malversados a las arcas” de PDVSA.
Agrega, que a “Maduro no se le han presentado cargos en la acusación criminal, pero las fuentes dijeron que está siendo investigado por permitir que familiares, allegados y funcionarios saquearan a PDVSA, para luego tratar de lavar miles de millones en bancos europeos y estadounidenses, propiedades inmobiliarias en el sur de la Florida y en otros activos […] Todo se maneja a través de él”, declaró una de las fuentes cercanas a la investigación.
Así que los graves perjuicios que el control de divisas le está produciendo a la economía venezolana, no parece ser un motivo capaz de hacer que Maduro cambie su “modelo productivo”.
Entonces, ¿cuál será la razón de fondo para esta “toma de conciencia” del dictador y sus secuaces? Porque obviamente, que no son ninguno de los dos factores mencionados anteriormente.
Consideramos que la causa real reside en la conjunción de dos grupos de factores: algunos internos y otros externos.
Los internos que más le preocuparían, estarían relacionados con el colapso de varios servicios públicos, debido al deterioro de la infraestructura por falta de mantenimiento, ineptitud y corrupción.
Los cortes eléctricos son frecuentes, principalmente en el interior del país. En varios estados del oeste, por ejemplo en Zulia, hay un racionamiento diario que a veces llega a durar hasta 12 horas.
Sin embargo, no pensamos que eso le incomode a Maduro y sus esbirros. Lo que sí debe haberles fastidiado mucho, fue el apagón masivo que en Caracas generó un caos en el transporte, el comercio, la telefonía celular e internet. El corte dejó sin electricidad al 80 % de la capital y también a Guarenas, Guatire y Vargas, donde está el aeropuerto internacional de Maiquetía.
Por mucho que ellos pretendan que esos efectos no les alcancen, el deterioro ha llegado a tales extremos que, indudablemente, también lo están sufriendo. Aunque por cierto, muy atenuados con respecto al resto de la población.
De los factores externos, lo que más debe tener furiosa a esa corrupta y cruel oligarquía, son las sanciones aplicadas por las principales potencias del mundo. Prohibiciones –como por ejemplo la de entrar a Estados Unidos o algunos países europeos- que incluyen a sus familiares más cercanos.
Si no pueden gastar la plata mal habida en artículos de lujo ni disfrutar de la buena vida en los países opulentos… ¡ahhhh!, ahí es cuando empiezan a sufrir en carne propia las consecuencias de su propio accionar. Por consiguiente, ya nos les parece tan “chévere cambur”…
En resumidas cuentas, están comenzando a reaccionar por lo siguiente: Es tan grande la miseria reinante en Venezuela, que incluso los está afectando a ellos y sus familias, por mucho que se encierren en sus palacios de oro y marfil. Les está pasando lo mismo que al rey Midas.
En consecuencia, opinamos que lo que estaría reconsiderando la mafia gobernante en Venezuela, es cambiar el “modelo” político y económico vigente, por otro que sea parecido al de Rusia.
Por eso, incluso podrían abolir el control de cambio para así reactivar la economía. ¿Por qué? Porque han comprendido que para ellos, el modelo ruso significaría…. ¡seguir con la fiesta!