El pasado día 26 de junio se celebró el Día de la Liberación Fiscal que se adelantó un día con respecto al 2019 porque este año es bisiesto. No porque hayamos dedicado menos días a pagar impuestos.
Tal y como evidencia el estudio de la Fundación Civismo en 2020, los españoles habrán trabajado, de media, un total de 178 jornadas para cumplir sus obligaciones con Hacienda. Esto va en línea con la estabilidad de los dos ejercicios anteriores (de los años 2018 y 2019). Así, tomando el salario medio de 25 123,99 euros, lo que implica un coste laboral total de 32 636,06 euros, el pago de Seguridad Social supone 7 512,07 euros de cuota patronal y 1 595,37 de cuota del trabajador; el del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) equivale a 3 212,36 euros; el de IVA, a 1 960,05 euros; los Impuestos Especiales a 896,78 euros, y los cedidos totalmente, los autonómicos y municipales, a 767,40 euros.
De este desglose se deduce el gran impacto que tienen el IRPF y las cotizaciones sociales, cuya suma denominamos cuña fiscal, y que reduce el salario neto de los trabajadores de manera significativa. Así, de cada 100 euros que paga el empresario en coste laboral, el ocupado de entre 16 y 29 años cobra 64,03; el de entre 30 y 44 años, apenas 62,41 euros; el de entre 45 y 64 solo 61,58 euros, y a los mayores de 65 años les ingresa 87,69 de forma efectiva gracias a la ausencia de presión de las cotizaciones sociales.
El incremento del salario mínimo
El salario mínimo que se vio incrementado en 2019 no fue inocuo, sino todo lo contrario. Tal y como advertíamos muchos de nosotros, este tuvo como consecuencia un repunte significativo de la cuña fiscal entre la población más joven (16-29 años). Un aumento no especialmente abultado del salario (564,29 euros anuales) implica dejar de percibir más de la mitad de la reducción por rendimientos del trabajo y, por tanto, que la subida de IRPF resulte más elevada que la del propio salario (736,54 euros).
Cambio de tendencia
Todo parece indicar que, teniendo en cuenta las amenazas de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias de subidas fiscales, en el año 2021 pasaremos todavía más tiempo cumpliendo nuestras obligaciones con Hacienda (o, dicho de otra forma, sufriendo la violencia del Estado y siendo robados por él).
Asimismo, no podemos olvidar que estamos en el contexto de una crisis sanitaria y económica con un Gobierno que ha llevado a cabo —y sigue llevando— una nefasta y negligente gestión de la crisis. En este sentido, los movimientos realizados por algunas comunidades autónomas, unidos a la política del Gobierno encaminada a aprobar nuevos presupuestos, van en la dirección de una subida de impuestos en un futuro próximo, que vendrá marcado por la acumulación de deuda. Esta, según estimaciones de la Comisión Europea, se situaría en el entorno del 115 % sobre PIB y sufriría un repunte de 112 580 millones. En ese caso, el coste fiscal puede verse ampliado en 17 326 millones, lo que equivale, en términos per cápita, a pagar 365,52 euros más cada año, y 913,80 euros más por hogar.
Mucho ánimo, queridos contribuyentes. El año que viene seguramente trabajéis todavía más para el Estado. El socialismo en estado puro.