
EnglishMiles de venezolanos salen cada día a realizar un “tour de farmacias” —como lo llaman—, en la búsqueda de medicinas de todo tipo; algunos buscan las básicas de consumo frecuente, y otros, recetas de las cuales dependen sus vidas.
Lo que tienen en común es que el control cambiario y la regulación de precios sobre los medicamentos les afecta por igual: en el interior del país, el desabastecimiento alcanza 70% de los productos, y en la capital el problema hace que escaseen 60% de ellos.
En los comercios, PanAm Post consultó la rutina de algunos consumidores, los cuales en promedio pueden visitar más de cuatro establecimientos distintos en la búsqueda de los fármacos, pero sin el éxito garantizado.
En la ciudad de Barquisimeto, María Isabel Camacho, de 46 años, es una paciente con cáncer de mama, que se ha visto afectada por la desaparición de los productos. Cada vez que inicia una quimioterapia, el Seguro Social (público) es el encargado de proveer los medicamentos oncológicos, pero ella debe buscar el resto, que son la solución fisiológica, los esteroides y los productos evitan el vómito.
“Tengo que pedirle a toda mi familia que comience a buscar por toda la ciudad mis medicamentos y me he atrasado en los ciclos de la quimioterapia por no conseguirlos”, lamentó.
En la misma ciudad, Marcela Agüero, de 19 años, operada de un cáncer en la tiroides, depende de por vida del medicamento Euthyrox, el cual suplanta la función que realizaba su órgano, e incide directamente en su funcionamiento sanguíneo, cardiovascular, muscular y esquelético. Sin embargo, no ha podido tomar lo recetado en el último mes y medio, ya que ha sido imposible conseguirlo en el mercado.

Y las consecuencias de la situación tienen un efecto dominó. Este jueves 19 de febrero, el diario El Nacional informó que la crisis de insumos varios en el área de la salud causó la suspensión temporal del postgrado de Cirugía Bucal de la Facultad de Odontología de la Universidad Central de Venezuela. El centro requiere de 280 materiales fundamentales, sin los cuales no puede seguir operando.
En paralelo, la escasez de medicinas afecta la estabilidad de los negocios del sector. “Es realmente difícil escuchar la necesidad de las personas, la urgencia por la cual necesitan el medicamento, y saber que no puedes hacer nada para ayudarles, porque esa medicina tiene meses sin aparecer y no hay esperanza que vuelva”, comentó a PanAm Post Carmen Méndez, trabajadora de una farmacia.
Aplican “paños de agua tibia”
Como método de ayuda, la Fundación Corazón y Manos en Acción creó en octubre de 2013 el Banco de Medicamentos en la ciudad de Valencia. El banco recopila medicinas en distintos centros de acopio para que estas sean donadas a quienes lo necesitan.
Para ello, la organización crea listas que se actualizan semanalmente, para observar las medicinas que hay en existencia. “En los últimos diez meses se donaron cerca de los 7.600 medicamentos y en inventario tenemos actualmente 7.500, es decir, que tenemos un movimiento de 1.500 medicamentos mensuales”, le explicó a PanAm Post Rifat Richani, presidente de la Fundación.
Como alternativa, los venezolanos se han visto en la necesidad de optar por las redes sociales para la búsqueda de medicamentos, para así poder ampliar su búsqueda a otros Estados del país, especialmente aquellos pacientes que por su situación estén comprometidos a un medicamento de por vida.
URGENTE se requieren sig medicamentos
Williannys Avila 15 años
Leucemia linfoblastica aguda
Teléfono 04128995443 pic.twitter.com/lsL5bejtgG— Tocando la Fama (@F_TocandolaFama) February 19, 2015
#15S Solicitan con Urgencia para paciente con Cardiopatía isquemica los siguientes medicamentos se agradece ayuda http://t.co/e0PzDCg53e
— Miss Política (@arbstaking) February 15, 2015
Los motivos detrás de la crisis
El presidente de la Federación Farmacéutica Venezolana (Fefarven), Freddy Ceballos, expuso el 3 de febrero que la escasez de medicamentos alcanza 70% en el interior del país, lo que representa una situación muy crítica para el sector salud.
Ceballos expuso que la industria farmacéutica local tiene una deuda de US$3,2 millardos con sus casas matrices y proveedores, la cual no ha podido pagar porque las últimas liquidaciones oficiales de cambio de divisas se realizaron en noviembre y diciembre de 2014. Ante ello, sostuvo que el Gobierno debe aprobar las transacciones en monedas extranjeras de forma sistemática y planificada.
“El deber ser de la industria farmacéutica se centra en planificar y producir, pero con los panoramas de incertidumbre que se producen por la no liquidación de divisas, por el aumento de los costos de producción y más, esto no ocurre en Venezuela”, indicó el representante gremial en entrevista al canal local Venevisión.
En ese sentido, dijo que la regulación de precios de algunos medicamentos, vigente desde 2003, impide cubrir los costos de producción.
“Hay medicamentos regulados que ni siquiera dan para pagar la caja, ni siquiera el ticket y la bolsa que pagas en la farmacia”, explicó, y aseguró que se la ha solicitado al Gobierno la revisión periódica de los precios. Entre 2003 —año en el cual entró en vigencia el control de precios y de cambio de moneda— y mayo de 2014 la inflación acumulada de Venezuela asciende a 1.320%, de acuerdo con los cálculos del economista Jesús Cacique.
El farmaceuta venezolano Jonathan Osorio explicó a PanAm Post que las compañías farmacéuticas que distribuyen en el país necesitan enviar las ordenes de compra a sus casas matrices con mucho tiempo de antelación, y el retraso en la asignación de divisas impide que se cumplan con los plazos programados para abastecer el mercado de acuerdo a la demanda de productos.
“Entre una tanda de fabricación y otra puede haber un lapso de seis meses, y si sucede una falla por alto consumo durante este período, no hay cómo reponer inventarios”, advirtió.
Osorio agregó que otro aspecto tiene que ver con el otorgamiento de divisas a terceros, para el eslabón de la industria que se encarga de producir cajas, pinturas, frascos, y otros productos que, al escasear, detienen el proceso de producción de medicamentos para salir al mercado.
A juicio del experto, la flexibilización de la importación de medicinas no mejoraría la situación actual, esto es debido a que los estándares de calidad de los productos venezolanos son relativamente altos en comparación con otros más baratos que se podrían importar.
“Dar entrada a medicamentos que no tengan los mismos estándares de calidad de los que se comercializan en Venezuela sería un error”, sentenció, y agregó que la verdadera solución se encuentra en “permitir que los laboratorios accedan a dólares mucho más rápido y que sus aliados también lo hagan, para poder contar con la producción”.
Con la contribución de Elisa Vásquez