Encebollado… un plato exótico de la costa ecuatoriana que sin duda deberían probar si alguna vez visitan este país lleno de maravillas naturales. Al menos, estas maravillas aún son nuestras —esperemos que siempre lo sean–, y no del Estado obeso que nos gobierna.
El pasado 16 de agosto se realizó la Feria Mundial del Encebollado en Manta, cantón de la provincia de Manabí. Un evento donde al parecer la palabra “mundial” quería decir “solo Ecuador”, aunque eso no es nuevo en un Gobierno que maneja la publicidad a diestra y siniestra.
Sin duda, los pobladores que se acercaron a la playa El Murciélago pudieron disfrutar de todo el espectáculo y de la degustación culinaria que prestaba el evento. Sin embargo, según ha informado diario El Universo, citando al Servicio de Contratación Pública (Sercop), el evento costó alrededor de US$349.000.
Ecuador vive momentos de tensión. Hace pocos días se llevó a cabo el paro nacional en rechazo al actual Gobierno, que movilizó a miles de personas a nivel nacional. Por otro lado, el precio del petróleo está bajando cada vez más, pues en días previos a la publicación de esta columna registró un valor de menos de $40 por barril.
Con todo esto transcurriendo en la nación, ¿era necesario realizar este evento, con esos costes tan elevados? ¿Se justifica seguir incrementando el gasto público con actos como este, a pesar de la baja que vive el petróleo actualmente? ¿Fue una herramienta populista para distraer la atención pública de los verdaderos problemas que tiene el país?
Primero analicemos el concurso: En el evento participaron 19 provincias del Ecuador. El jurado estuvo conformado por el excelentísimo presidente Rafael Correa, la ministra de Turismo, dos cantantes nacionales, dos chefs, una figura pública internacional y la ganadora del Mundial de la Fritada (otro plato nacional) del año pasado. Pues bien, podemos decir que hasta ahí las cosas estaban relativamente aceptables, puesto que no critico la realización de este evento como tal, mas si me opongo a los gastos y exigencias que tuvo el mismo.
Según la fuente citada, las exigencias del Mashi son: “una sala lounge vip con baño vip, ducha de agua caliente, habitación con cama de dos plazas, dos estaciones de bebidas soft, arreglo floral y ambientación con plantas”. Muy humilde como siempre, nuestro querido Presidente.
Además, dentro del presupuesto se encuentra la contratación de una productora encargada de realizar videos turísticos del evento. El premio del transparente concurso que hicieron para elegir la compañía que filmaría los videos cayó en Activa TV, cuya copropietaria es Marisa Sánchez, quien trabajó con Freddy Ehlers, actual secretario del Buen Vivir, en su antiguo programa de televisión.
Miremos hacia otro lado
El Gobierno de Rafael Correa es populista y, como tal, usa métodos de distracción como el evento antes mencionado para desviar la atención de los ciudadanos de hechos importantes hacia otros que, dadas las circunstancias, no lo son.
El Mundial del Encebollado fue realizado un día después de que el presidente declarase estado de excepción en todo el país por la actividad volcánica del volcán Cotopaxi; y tan solo tres días después de que se realizaran marchas en contra de su administración convocadas por varios sectores sociales en todo el país.
¿Por qué desviar la mirada de esos asuntos importantes? Fácil, porque el Gobierno de la Revolución Ciudadana no quiere enfrentar los problemas del país. En tan solo un par de días se hizo mucho más por las poblaciones alrededor del Cotopaxi que en más de siete años de Correa al poder. También quiso obviar los incidentes que transcurrieron en la marcha, la cual él mismo catalogó como “fracaso”, pero no lo logró.
El país ha despertado y se da cuenta de los constantes abusos que recibe, y no se ha quedado en silencio ante la violación a los derechos humanos que recibieron muchos de nuestros hermanos indígenas.
Señor Correa, sus métodos orwellianos de manipulación de medios no impedirán que el pueblo ecuatoriano observe la verdadera situación política que vive el Ecuador, ni obstaculizará que hagamos respetar nuestros derechos o que luchemos por nuestra libertad.
Mientras una economía corre problemas
El petróleo está en picada y para una economía que depende mucho de este como la nuestra, es necesario realizar grandes ajustes al gasto del Gobierno para evitar posibles situaciones negativas.
Señor Correa, el pueblo pide —y exige, porque son ellos el mayor poder de un Estado— que recorte tanto gasto innecesario. Si bien es cierto que recientemente se ajustó el presupuesto estatal, aún falta mucho por realizar.
¡No más sabatinas! Hay que eliminar ese gasto innecesario, ese es simplemente un espacio donde se informa poco tiempo y más se dedica horas y horas a criticar a varios sectores de la ciudadanía y no hace más que fomentar el odio y la segregación en el país.
¡No más obesidad en el Estado!, recorte tantos ministerios y secretarías (¡son más de 30 por Dios!), estoy muy seguro que se podría fusionar muchos y recortar mucho más el presupuesto que se tiene para estas entidades.
¡Abra el mercado!, ya es tiempo de fomentar la competitividad y el crecimiento económico en el país, basta de más y más impuestos para el comercio de aquellos que salen cada día de sus casas a querer emprender con la ilusión de un país mejor.
¡No a la reelección indefinida!, o como recientemente lo llamó una de sus colegas, la asambleísta Soledad Buendía, ¡No! a la “enmienda que elimina la restricción de elegir y ser elegido”, ¿acaso nos creen tontos?, la pueden llamar como quieran, pero el pueblo ecuatoriano no va a permitir que esas propuestas pasen en la asamblea, no somos ilusos, ¡el poder está en el pueblo!, no en gobernantes, ustedes se deben a los hombres y mujeres que conformamos esta gran sociedad diversa y única en todo sus sentidos, esa es una ley natural que todo individuo debe respetar.
Surge un mensaje de esperanza
Las protestas que se han suscitado en los últimos meses en contra del actual Gobierno ecuatoriano, no buscan un golpe de Estado. No queremos que Rafael Correa salga y no le rinda cuentas al país; termine su mandato, señor presidente, tiene que decir adiós en 2017; pero tampoco dejaremos que se siga perjudicando a los ciudadanos mientras usted nos tira encima ley tras ley que nunca fueron consultadas.
Ecuador ha despertado y debemos seguir luchando por nuestra libertad y nuestros derechos, como parte de este pueblo les doy las gracias a nombre de muchos hacia aquellos que están en la batalla constante por defender la libertad y buscar un país mejor acrecentando las oportunidades para sus hermanos conciudadanos. ¡Gracias!, y estoy seguro de que muy pronto volveremos a abrir los ojos y el dinosaurio ya no estará allí.