Como ya se está haciendo costumbre, todos los años el Gobierno ecuatoriano saca su spot navideño. Todos en diferentes lugares, con diferentes frases previamente preparadas, pero con un gran mensaje a plena vista: El populismo llega a todas partes, incluso en Navidad.
Empecemos con una corta reseña de lo que nos muestra el video de este año. Una familia ecuatoriana se prepara para su cena navideña, el padre, la madre, los hijos y la abuela se preparan para comer cuando de forma inesperada tocan a la puerta, y el ilustre presidente Rafael Correa aparece sin ser invitado. Trae consigo simplemente un pan de pascua, un borrego para el pesebre, y junto a él llegan más invitados inesperados. El vicepresidente Jorge Glas es el último en llegar. Luego empieza la cena, en la cual la familia tiene que redistribuir su pavo al no esperarse estas visitas. ¡Qué hermosa cena de entrometidos!
Su graciosa semejanza con la realidad
Como ya lo mencioné en mi anterior post acerca de las Diez razones por las que votaría por Rafael Correa, este spot tiene muchas peculiaridades, y sin duda alguna ha causado mucha gracia entre la ciudadanía. Rafael Correa entra a una casa sin ser invitado e interrumpe la armonía del hogar. Parece un símil no tan lejano a lo que ha ocurrido en el Ecuador en los últimos años. El presidente cada vez se entromete más en nuestras vidas, pone trabas al comercio, y pretende dictar nuestras acciones.
Invita a más personas a disfrutar de esta fiesta. No le gusta ser solamente él quién se lleve todo el mérito; después de todo, recordemos que le encanta redistribuir. A su lado siempre tiene secuaces que hacen lo que les pide, a algunos se los conoce como asambleístas, y a otros, solamente como funcionarios. Aquí, en el modelo exitoso ecuatoriano, todos son invitados, siempre y cuando respondas a las exigencias del partido y calles sus errores.
Ten por seguro que, así como el pan y el borrego, lo que recibes a cambio son políticas públicas que no han tenido el éxito que tanto se publicita. Políticas que nos llevaron a no ahorrar cuando podíamos hacerlo, a adquirir deuda tras deuda con China, y a ser el único país dolarizado que no crecerá en el 2016.
Una vez dentro de tu vida, se aprovechará del festín, se tomará tu vino, se comerá tu pavo, y empezará a redistribuir todas tus riquezas. Rafael Correa se cree dueño de tu trabajo y de lo que produces. Ya es hora de que eso cambie, así como #MiTrabajoEsParaMisHijos, habría que decirle a Rafael que #MiPavoEsParaMisHijos.
Estoy seguro de que pronto Rafael Correa se alejará de todas esas cenas a las que no fue invitado, así como también se irá de nuestras vidas.
Una técnica más del populismo
No nos olvidemos de la propaganda ni siquiera en epocas festivas. Esta técnica populista es una pieza fundamental para hacerle creer a la ciudadanía que la gesta inacabada del Gobierno oficialista debe perdurar eternamente. Propaganda por aquí, propaganda por allá, ¿Acaso no se dan cuenta que ya estamos cansados de tantos mensajes publicitarios? Ni siquiera en Navidad se puede estar lejos de tanta propaganda, que de paso se ve muy forzada.
Sería una buena idea que empiece a cambiar de asesores, o mejor aún, bótelos a todos. Empiece a reducir ese enorme gasto público que tiene Ecuador, debido a las tantas deudas adquiridas en su Gobierno.
[adrotate group=”7″]Es del conocimiento popular que la excesiva publicidad fue uno de los pilares del régimen populista venezolano, y del argentino. Ahora las cosas están cambiando, los caudillos de estos países están recogiendo sus cosas y se están marchando. La sociedad latinoamericana se cansó de tantos Socialismos del Siglo XXI, que les prometían el cielo, pero no entregaron nada más que ilusiones. No importa la cantidad de mensajes y propagandas que utilice Rafael Correa, su hora de salida está cada vez más cerca.
Se está quedando solo y sin aliados en la región. Y aunque aún tenga a su amiga, la propaganda, de su lado, creo que su relación ya no está funcionando, y muy pronto también ella lo acabará dejando solo.