Una protesta masiva contra el Gobierno del Líbano terminó en enfrentamientos entre policías y manifestantes. Las miles de personas que se mantienen en las calles exigen la renuncia de las autoridades tras la explosión ocurrida el martes en el puerto de Beirut. El primer ministro propuso adelantar las elecciones para superar la crisis, reseña Efe.
La convocatoria de este sábado, denominada “Día de la ira”, se inició pacíficamente frente al Palacio Legislativo al grito de “dimisión”. Los enfrentamientos comenzaron cuando un grupo intentó ingresar a la fuerza al Parlamento y las fuerzas antidisturbios los dispersó con gas lacrimógenos, mientras los manifestantes respondían con piedras.
El primer ministro libanés, Hasan Diab, propuso la celebración de elecciones anticipadas para superar la crisis. También se mostró dispuesto a liderar un Gabinete durante dos meses para llegar a los comicios.
La explosión ocurrida el martes se produjo en medio de una crisis económica y política que ya había provocado manifestaciones masivas contra el régimen libanes. Los manifestantes responsabilizan al Gobierno de la grave crisis que atraviesa el país y que se ha agudizado tras la explosión.
El siniestro ha dejado más de 150 muertos, al menos 60 desaparecidos, más de 5 000 heridos y entre 200 000 y 250 000 personas sin vivienda.