Para nadie es un secreto el enfoque crítico que priva en todas las publicaciones del PanAm Post. Enfoque que va más allá de la dictadura o del Gobierno encargado, va dirigido al poder, sin importar de dónde venga.
En el caso del Gobierno legítimo de Venezuela, presidido por Juan Guaidó Márquez, la posición de este medio no ha tenido medias tintas: mientras el mandatario asumió una posición retadora ante el régimen, estuvimos de su lado. Cuando empezó a cometer actos de evidente incongruencia, nuestra crítica se hizo sentir con fuerza.
No creo que sean pocos los que, dentro del círculo cercano a Guaidó, consideren a quien escribe estas líneas como un enemigo a muerte. Pues bien, presidente, le informo que no. Yo no soy su enemigo. Orlando Avendaño tampoco. Nuestro enemigo es común y se llama Nicolás Maduro Moros.
Hemos tenido desencuentros sobre la estrategia que se debe seguir para provocar el cese de la usurpación, pero al final el poder lo tiene usted y es poco o nada lo que yo puedo hacer para que adopte la manera de actuar que considero adecuada. Aun así, ayer ha dado un paso en la dirección correcta.
Me niego a hacerme ilusiones, pues a lo largo de estos nueve meses he salido defraudado en reiteradas ocasiones. Pese a ello, no le he retirado mi apoyo. Lo reconozco como presidente encargado y a nombre de quienes comparten gentilicio con usted, le he exigido rigurosamente emprender un camino que evite negociaciones absurdas y tácticas dilatorias.
Ayer me he visto complacido por el anuncio de su embajador en la Organización de Estados Americanos, Gustavo Tarre Briceño, sobre la convocatoria del TIAR que se dará este 11 de septiembre.
¿Tenemos los votos necesarios? No sé ¿De aprobarse surtirá algún efecto? No lo sé. Pero estoy convencido de que la ayuda no llegará si no es solicitada. El primer paso debe darse de su parte, y quedará en manos del continente asumir su responsabilidad histórica de acabar con un terrorismo enquistado en el poder. En esa misión, presidente, ni usted ni los venezolanos pueden verse abandonados por los aliados.
En esto, presidente, lo apoyo. Cuenta con mi respaldo absoluto. A los pasos que se den para la activación del TIAR deben agregarse otros: la solicitud para la aplicación del R2P y del artículo 187.11.
No crea, presidente, que con este respaldo callaré aquello que considere imprudente. Por el contrario, considero que su espaldarazo a Henry Ramos Allup es una burla a la cara de los venezolanos. Que el anuncio de su reelección está totalmente fuera de lugar y que sus respuestas evasivas a la señora Idania Chirinos me parecieron una falta de respeto al trabajo de cualquier periodista.
Presidente, en este momento los periodistas no necesitamos datos, créame que los conocemos muy bien. Requerimos respuestas. Y no por nosotros, sino por la gente. Esa a la que usted gobierna y que exige claridad.
Hablemos, presidente. Queremos escucharlo. Queremos preguntar.