Con la aprobación del Plan de Desarrollo de Antioquia 2020-2023, quedó consigo aceptada la propuesta de autorizar a la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA) para que desarrolle una línea de producción y comercialización de cannabis medicinal, a partir del próximo año. En la actualidad existen cerca de 190 licencias en trámite para la producción de cannabis. Aun así para el caso Antioquia sería el primer departamento que incursiona en este negocio. Esta actividad podría beneficiar a los pequeños agricultores y generar cerca de 20 000 empleos directos.
Con este plan la FLA se integraría a un mercado de USD $16 500 millones de dólares para el año 2019, y de USD $4 600 millones para el caso del cáñamo industrial —nombre que reciben las variedades de la planta cannabis— .
En Colombia se han expedido desde 2017 aproximadamente 752 licencias, y en la actualidad el Ministerio de Justicia busca agilizar los trámites para la solicitud de una licencia a través de un programa de digitalización masiva. El proceso de obtención de licencias puede tardar hasta 12 meses, lo que se busca con el Mecanismo de Información para el Control de Cannabis (MICC) es agilizar el trámite para que tan solo dure 30 días.
Para el año 2019 Colombia contaba con aproximadamente 45 hectáreas sembradas de cannabis medicinal; empresas como el holding canadiense Pharmacielo, establecido en Colombia desde 2017, cuentan ya con 150 cepas registradas, y cotizan en bolsa.
Los productores de cannabis medicinal ya cuentan con una agremiación, la Asociación Colombiana de Industrias de Cannabis (Asocolcanna). Esta constituido por 33 compañías colombianas relacionadas con la explotación de la planta, las buenas prácticas en el cultivo, fabricación y comercialización de derivados con fines medicinales y científicos.
Para este año el Ministerio de Justicia ya aprobó la exportación de 9 100 000 semillas a los Estados Unidos. La Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesarrollo) estima que el potencial de este mercado para Colombia podría ser de USD $791 millones para el 2025, y esta cifra podría ascender a $2744 millones de dólares en 2030.
Aunque el potencial del mercado es cuantioso no deja de haber dificultades, en su investigación, Fedesarrollo documenta varios problemas en este mercado; el primero, son las trabas a la exportación, seguido por la incertidumbre sobre los cambios regulatorios. El segundo, la falta de voluntad política del Gobierno nacional para apoyar el desarrollo de la industria. Adicionalmente, hay preocupaciones en el sector por prácticas de competencia desleal. Se perciben como un factor de alto riesgo, por las dificultades que puede tener el gobierno para ejercer un control efectivo sobre las actividades productivas y de comercialización de productos elaborados con base en cannabis con fines medicinales.
En la actualidad países como Canadá, Holanda, Uruguay, y varios estados de los Estados Unidos, han legalizado la venta de cannabis recreativo, un mercado que se proyecta con un tamaño de $73 600 millones de dólares para el 2027. De entrar en este segmento, Colombia con 12 horas de sol, sin temporadas invernales y un rendimiento de 3 a 4 ciclos por hectárea, podría ser un competidor considerable en el mercado.