El jueves 11 de mayo el país se sorprendió con una investigación que afirma que la vicepresidente de Colombia, Marta Lucía Ramírez, en 1997 pagó una fianza de 150 000 dólares a la justicia estadounidense para sacar de prisión a su hermano, Bernardo Ramírez, a quien la justicia de ese país acusó por tráfico de heroína y por lo cual purgó una pena de cuatro años y nueve meses.
Ramírez emitió un comunicado al respecto explicando que a su hermano tuvieron “que ayudarlo firmando una garantía, no una fianza, para asegurar que se presentaría a la justicia, como en efecto lo hizo acompañado de mi esposo y de mí, quienes lo llevamos a una corte de la Florida para que reconociera su falta y respondiera por ella”.
Seguiré sirviendo al país con todas mis fuerzas y dedicación hasta el último de mis días. pic.twitter.com/97L4pszb3v
— Marta Lucía Ramírez. (@mluciaramirez) June 11, 2020
El senador de izquierda Gustavo Petro uso esta información para sacar provecho político y pedir la renuncia de la vicepresidente. Citando la publicación del periodista Gustavo Guillén. Adicionalmente, recordó acusaciones contra el esposo de Ramírez, Álvaro Rincón, a quien se le señala de haber sido socio de un narcotraficante, Guillermo León Acevedo, conocido con el Alias de “Memo Fantasma”, en el desarrollo de un proyecto inmobiliario en Bogotá.
Guillermo León Acevedo, o Memo Fantasma, es un presunto narcotraficante y miembro de la organización mafiosa de la Oficina, en Antioquia. Este misterioso sujeto permaneció como un completo incógnito ante el ojo de la justicia durante años. Su único rastro figura con el alias de “Sebastián Colmenares” que fue conocido durante el Pacto de Ralito. El Director del portal Insight Crime, Jeremy McDermott lideró una investigación a finales del año pasado que develó su identidad. Entre sus descubrimientos aparece su nombre en el desarrollo de un proyecto inmobiliario en la Calle 85, “Torre 85”, entre los que figura el nombre de Guillermo Acevedo, y el del esposo de la vicepresidente, Álvaro Rincón.
La información que oculta el senador Petro es que la investigación de Insight Crime tuvo como fuente a la propia vicepresidente y a su esposo. Rincón afirmó qué “No era socio; él puso las propiedades y a cambio recibió algo de dinero y algunas de las oficinas cuando se terminó el proyecto”.
La propia vicepresidente contactó a Jeremy McDermott, esclareciendo que ella misma le pidió al general Oscar Naranjo investigar los antecedentes de Guillermo León Acevedo, del cual el general —como lo confirmó en la entrevista con Insight Crime— no encontró nada, ya que en esa época el presunto narcotraficante no contaba con ninguna investigación vigente a su nombre.
El Senador Gustavo Petro hizo uso incompleto de esta información para atacar a la vicepresidente y vincularla por el delito de sangre, es decir condenarla a ella por delitos que no ha cometido, pero sí su familia. Es tan grave la situación que el senador acusa también al esposo de la vicepresidente de tener tratos con un narcotraficante, ignorando, a propósito, que ni la propia comandancia de la policía tenía idea de la identidad de Memo Fantasma hasta la conclusión de la investigación de Insight Crime.
Nietzsche decía que “es más fácil soportar una mala conciencia que una mala reputación”. Haber pertenecido al grupo que asesinó a sangre fría a José Raquel Mercado, líder sindical, y a Gloria Lara de Echeverri, reconocida por su trabajo en favor de la población indígena, y que por cuenta del narcotraficante Pablo Escobar asaltó el Palacio de Justicia en 1985 para destruir los documentos del proceso llevado en su contra, es algo que debe pesar sobre la conciencia del senador Petro. Pero él sabe muy bien, por esa amplia experiencia propia, que para un político es más fácil soportar la mala conciencia que la mala reputación y por eso quiere ahora destruir el prestigio de la vicepresidente Ramírez.