Griselda Lobo Silva, conocida también con el alias de Sandra Ramírez, hoy senadora de Colombia por el partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc), fue nombrada este 20 de julio como segunda vicepresidente de la mesa directiva del Senado, con 66 votos a favor. La bancada del Centro Democrático votó en blanco.
Lobo Silva militó en la narcoguerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) durante 36 años. 24 de ellos fueron al lado del máximo líder de este grupo terrorista, Manuel Marulanda Vélez, alias Tirofijo.
Lobo Silva vivió su primera infancia en La Linterna, una vereda de Santa Elena del Opón en Santander, antes de trasladarse a la zona rural de Bucaramanga. De aquellos tiempos, cuando estudiaba en la escuela rural que tenía solo hasta tercer grado de primaria aprendería a mecanografiar, habilidad que le serviría en un futuro para hacer parte del Estado Mayor de las Farc.
La hoy segunda vicepresidente del Senado ingresó a este grupo guerrillero de la mano de la comandante Eliana. Hizo parte del Frente 12 bajo el mando de Alonso Cortés, donde entró a ser parte de un primer grupo de enfermeros y pronto terminó en el hospital del municipio de Matanza, donde practicó durante siete meses. Allí comenzó a ser conocida como Sandra.
Fue sastre en un taller de la guerrilla en el campo y desempeñó muchos trabajos dentro del Grupo terrorista. Quedó en embarazo en la guerrilla, el padre se hizo cargo del niño mientras que ella continuó en la vida armada.
Sus conocimientos en mecanografía llamaron la atención de los mandos guerrilleros que le asignaron la misión de apoyar como secretaria del Secretariado de las Farc. Allí Sandra no solo conocería a Tirofijo, sino también a otros líderes del grupo terrorista, como Alfonso Cano, Raúl Reyes, Jesús Santrich, Simón Trinidad y Timochenko.
Durante las negociaciones con el Gobierno de Belisario Betancur su imagen fue conocida por la opinión pública. Por esta época se convierte en la radioperadora de Tirofijo, y comienza su relación con él.
Tras más de 24 años de relación, Sandra se encargó de la ropa, comida, medicinas y la escolta del jefe guerrillero. Como radioperadora fue testigo de todas las órdenes de Tirofijo. También ayudó al capo guerrillero a llevar su correspondencia, a redactar sus documentos y posiblemente participó activamente en varias de sus decisiones. Es posible entonces que Sandra tuviera conocimiento previo de atrocidades cometidas por las Farc, como la Bomba del Nogal, la toma del Mitú, los soldados rematados a machete por orden de Tirofijo en El Billar, el asesinato de los Turbay, el reclutamiento masivo de menores, el secuestro de los diputados del Valle, la masacre de Urrao y los abortos forzados en las filas del grupo guerrillero, entre otros miles de actos criminales cometidos por las Farc.
Aunque algunos senadores celebraron el nombramiento de Lobo Silva como segunda vicepresidente del Senado, no es ningún logro que una persona cómplice y cercano a uno de los peores órganos criminales que ha tenido Colombia, como lo fue el secretariado de las FARC, ocupe un cargo directivo en el Congreso. Griselda Lobo pudo no haber sido un mando directo en las Farc, pero su cercanía con el máximo líder de unos de los más sangrientos grupos terrorista en la historia de Colombia hace muy preocupante su nombramiento en uno de los cargos más elevados en el órgano legislativo del país.