El presidente Iván Duque anunció que habría cerca de $100 billones de pesos (USD $27 mil millones) para el plan de reactivación económica de Colombia. Según el diario Portafolio cerca del 75 % de esos recursos —anunciados el pasado 20 de Julio en las inmediaciones del Congreso— provendrá del sector privado, y serían asignados hasta el fin de la administración Duque.
La empresa privada es esencial, es el motor de la economía.
Para cuidarla:
*Bajar impuestos y recortar gasto público
*Bajar regulaciones al trabajo, a contratar
*Bajar trámites a crear empresa
*Entender que no le deben nada a nadie#Dejencamellar https://t.co/wlXWtRK2qp— Maria Jose Bernal G (@Majobernalgavi1) August 6, 2020
El gobierno tiene estipulado que se inviertan $109,4 billones para la reactivación económica en el país hasta el término del mandato actual. De acuerdo con la vicepresidencia de la República $56,2 billones provendrían de fuentes privadas, $26,9 billones de privados con incentivos fiscales, $18 billones de alianzas público-privadas y $9,3 billones serían del presupuesto del Estado.
Según Portafolio, teniendo en cuenta las APP (Alianzas Público – Privadas), el 91,4 % de los recursos con los que se buscaría generar 1 millón de empleos provendrían del sector privado, y solo el 8,6 % del erario público
Dentro del plan de reactivación hay cerca de 84 proyectos identificados junto con el Compromiso de Colombia que incluye un proyecto de Ley de Emprendimiento que beneficiará a micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), que según el gobierno generaría el 90 por ciento de los puestos de trabajo. Se les facilitará participar en el sistema de compras públicas. Se promoverá el concepto de “comprar lo nuestro, comprar colombiano”. Se seguirán habilitando sistemas de crédito, de impulso y de promoción de las mipymes.
El plan también busca apoyar aquellos proyectos privados y públicos que participarán en la construcción de puertos, aeropuertos, plantas de tratamiento de agua y autopistas de cuarta y quinta generación. 22 corredores viales serán construidos en conjunto con la restauración de 14 vías nacionales más 8 regionales, que según el gobierno generaría 40 000 empleos.
Se expandirá la construcción de vías terciarias, con la mayor inversiones superiores a los 1,5 billones de pesos para la integración territorial y la puesta en marcha del Plan Bicentenario.
Varios proyectos ya establecidos como el Metro de Bogotá, Puerto Antioquia, los nuevos aeropuertos de Cartagena, San Andrés y el Aerocafé y las autopistas como la Alo Sur, y la vía Buga – Buenaventura, también harán parte del paquete de reactivación de la economía.
Las industrias creativas y culturales dispondrán de 2 billones de pesos, y se presentará un proyecto de ley al Congreso llamado “Reactivarte” que establecería, en caso de aprobarse, un fondo especializado en inversión en puestos de trabajo del sector de la cultura.
El gobierno también buscaría impulsar el desarrollo de los servicios de tecnología, preparando más de 100 mil programadores para que accedan a oportunidades laborales, con una inversión aproximadamente de $2,2 billones de pesos. Con esto se buscaría ejecutar 17 proyectos de transformación digital, que incluyen el trabajo retorno, la digitalización de los servicios del Estado, ciberseguridad, profundización del comercio electrónico, telemedicina, formación virtual y tecnologías para la inclusión financiera.
El profesor de la facultad de economía y finanzas, Jesús Botero, considera que “no es muy extraño. La inversión es fundamentalmente privada. Hay que crear condiciones para que el sector privado invierta, apoyarla en APP, crear incentivos efectivos y condiciones macro adecuadas”.
Con esto el gobierno prepara un programa de estímulos a la demanda agregada a través de la formula más clásica del Keynesianismo, el aumento del gasto público. Aunque instituciones como el Fondo Monetario Internacional han advertido a Colombia que de no disminuir su gasto fiscal muy pronto, el costo de este estimulo fiscal será sobrellevado principalmente por el sector privado. Curiosamente el gobierno a pesar de un plan costoso y coyuntural se niega a considerar soluciones estructurales de largo plazo como flexibilizar el mercado laboral, bajar impuestos a las empresas y facilitar la creación de empresas.