Con cascos blindados, camuflado pixelado, botas militares y chalecos antibalas fueron vistos en redes sociales integrantes de las “disidencias” de las FARC, frente Carlos Patiño, al sur del departamento del Cauca. Este fenómeno obedece al masivo tráfico de armas que se da en la zona. Ya se había documentado anteriormente que miembros del ELN estaban equipándose con armas fabricadas en Estados Unidos.
Estas fotos fueron publicadas el 21 de agosto en un perfil de las “disidencias” acompañadas de un comunicado que desmiente las amenazas a líderes sociales en el municipio de Argelia. El post también advierte nuevos enfrentamientos con el frente José María Becerra, y la Segunda Marquetalia al mando de Jesús Santirch e Iván Márquez.
Dentro de la página de Facebook también se puede ver cómo el grupo exhibe su arsenal de combate entre los que se encuentra fusiles Ar-15, Ak-47 y varios lanzagranadas.
En otra publicación incluso se puede contemplar material propagandístico donde se puede ver a un grupo de guerrilleros posando y luciendo sus equipos de combate junto con el mensaje “seguimos defendiendo el territorio y las comunidades”.
El frente Carlos Patiño viene librando una lucha acérrima con el frente JoseMaría Becerra por el control de los cultivos de coca y las rutas que conectan al pacífico en el Cauca. Al frente Carlos Patiño se le investiga también por las muerte violentas de varios líderes sociales y desplazamiento forzoso en las comunidades del Tambo, Argelia, y el cañón de Micay.
Un líder social de la zona contó a la revista Semana, que se rumora que Iván Marquez y Jesús Santrich se encuentran en el Cauca. La columna disidente Dagoberto Ramos —la más grande en el Cauca— fue absorbida por la Segunda Marquetalia. Con ese panorama, mantienen confrontación abierta con las disidencias Jaime Martínez, comandada por alias Mayimbú, y el frente Carlos Patiño.
La disputa armada de la Segunda Marquetalia para apoderarse del territorio en el Cauca tiene varios frentes: con las otras “disidencias”, el ELN y las Autodefensas Gaitanistas. Esta lucha abierta también se ha extendido a varios líderes sociales, presidentes de juntas de acción comunal, dirigentes campesinos y la guardia indígena, muchos de ellos ya han sido asesinados por los grupos. Esto se ha vuelto un modus operandi de la Segunda Marquetalia y otros grupos, no hay diálogos con nadie y todo aquel que le refugie a alguien perteneciente a un grupo rival se convierte en objetivo militar.
Las comunidades de Patía y Balboa han quedado entre el fuego cruzado, y muchos de sus miembros sometidos a acusaciones de colaborar con paramilitares o guerrilleros . El 10 de agosto el frente Carlos Patiño asesinó a tres muchachos después de torturarlos, cuando uno de los hermanos de las víctimas intento reclamar el cadáver, también lo mataron.