El alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, lanzó fuertes acusaciones contra la antigua administración de Empresas Públicas de Medellín (EPM), por, según él, haber ocultado el documento que la auditora KPMG presentó a la aseguradora del proyecto Hidroituango, Mapfre. Puntualmente, Quintero acusó al exalcalde Federico Gutiérrez en su tuit.
Antiguos directivos de EPM, en la Administración de Federico Gutiérrez, acordaron que informe de reaseguradora no fuera integrado al proceso como es acostumbrado, para evitar demandar a constructores y no alimentar procesos en órganos de control.
— Daniel Quintero Calle (@QuinteroCalle) September 7, 2020
Los antiguos miembros de la junta directiva de EPM, incluidos el exgerente, Jorge Londoño de la Cuesta, y el exalcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, manifestaron en una misiva que no ocultaron información alguna, pues no conocían en el informe de Causa-Raíz contratado por Mapfre.
En la carta también señalan que el informe mencionado como «oculto» fue realizado por Mapfre por iniciativa propia, y para su uso exclusivo buscando obtener un mejor análisis de las causas del siniestro ocurrido en Ituango. Dicho informe «NO fue radicado en EPM, JAMÁS fue entregado, ni conocido por sus directivos o su junta directiva sencillamente porque no tenían derecho a ello».
El propio Álvaro Guillermo Rendón dijo haber obtenido el informe el 17 de agosto, y según el economista Mauricio Campillo el gerente del grupo EPM habría obtenido el informe de KPMG a través de terceros y no porque hubiera sido radicado en EPM.
Gerente de EPM confiesa que recibió informe de las reaseguradoras desde el 17 de agosto, recibido por debajo de cuerda, no radicado en EPM. Solo después de 21 dias lo hace publico. Hace cuanto tendrá la comunicación sobre riesgos en desembolsos de los créditos del BID.
— Mauricio Campillo #DestinodColombiaenNuestrasManos (@MauroCampillo) September 8, 2020
Los antiguos miembros de la junta de EPM aclararon que el único estudio causa-raíz contratado por la empresa fue con la firma Skava, cuyas conclusiones sirvieron de base para presentar el reclamo ante Mapfre.
El informe presentado por KPMG simplemente fue un insumo que usó Mapfre para entablar sus argumentos en la negociación de algo tan complejo como el pago de un seguro de un proyecto de estas proporciones. Ambos informes se contrastan y lo lógico es que se inicie un proceso de reclamos y respuestas hasta llegar a un monto final a pagar.
No sobra recordar lo establecido en el informe de los estados financieros del último trimestre de 2019 de EPM: «La póliza establece un límite asegurado por USD 2 556 millones para cobertura de daños materiales de infraestructura y equipos». Adicional a ello, la póliza incluye un valor asegurado por lucro cesante de 628 millones de dólares. Es decir, que la póliza en total cubriría alrededor de 3 174 millones de dólares, algo más de 11,5 billones de pesos, bajo la tasa de cambio actual.
Aunque Mapfre no ha accedido a desembolsar la totalidad del monto del siniestro, ya ha hecho pagos por el valor de 525 000 millones de pesos (150 millones de dólares) y se comprometió en entregar otros 457 000 millones (125 millones) para este año.
Como bien señaló el economista Aurelio Suárez, quién no es precisamente un allegado al Grupo Empresarial Antioqueño, si Daniel Quintero quiere recuperar el valor del siniestro hace más presionando a Mapfre para que le reconozca la totalidad del valor asegurado por la póliza, que demandando al consorcio de Hidroituango, quienes seguramente no tienen la liquidez para responder por ese valor, y es poco probable que lleguen a una conciliación con EPM, como lo añora Álvaro Guillermo Rendón.
Suárez también señala que en los Estados Financieros de EPM se registra al 31 de diciembre el proyecto de Hidroituango por el valor de 9 961 millones de dólares, y deja la inquietud de si este es el valor en libros.
4) Si Mapfre reconoce y podrá en su caso replicar sobre terceros responsables por qué @QuinteroCalle cae en demanda sobre estos y no en la exigencia plena de cumplimiento a aseguradora y reaseguradoras? No entiendo pero me surgen suspicacias @EPMestamosahi #Hidroituango
— Aurelio Suárez M. (@AurelioSuarez) September 8, 2020
Lo que está haciendo Daniel Quintero, por ponerlo en términos parroquiales, es como si su esposa chocará el carro con otro vehículo, y en medio del pleito jurídico, Quintero desacreditara la investigación de su propia aseguradora, y usara el argumento de la aseguradora del otro carro para así demandar a su esposa y exigirle que pague de su propio bolsillo el valor de la póliza del seguro del carro de ellos.
Cómo bien señaló la dirección de Riesgos de EPM en la presentación de la matriz de riesgos del grupo, que en PanAm Post revelamos, proceder con la demanda al consorcio de Hidroituango representa un riesgo reputacional y financiero extremo. Esta es justamente la razón por la que existen seguros para proyectos de estas magnitudes y evitarse años de peleas legales entre sus participantes en caso de que algún accidente o falla suceda.
Hidroituango es una represa de 225 metros de altura con una capacidad de embalsar 2 270 000 000 m³ de agua. Esta es la planta generadora más grande hecha en el país, con una capacidad instalada de 2 400 mw/h; un proyecto de estas magnitudes es muy susceptible a errores, cambios en los planes, sobrecostos, accidentes inesperados, etc. Simplemente sugerir que hubo malicia, corrupción o negligencia cómplice con alguien antes que descartar los otros factores mencionados es sucio y reprochable.
Al insistir en una conciliación que «seguramente no se dé» —como afirmó una fuente dentro de EPM—, Quintero debilita los propios argumentos de EPM ante Mapfre para que le reconozca la totalidad del valor del siniestro de Hidroituango. Por lo demás es muy poco probable que esta demanda concluya pronto, y esta pelea puede que se extienda por años antes de que EPM reciba un peso por parte del consorcio, si es que lo llega a recibir.
En caso de que no se llegue a una conciliación, posiblemente el proyecto se detenga, el país se vea en riesgo de enfrentar racionamiento para el 2024 y EPM termine sometida a varias multas por dejar de cumplir sus Obligaciones de Energía Firme, eso sin contar los ingresos que dejaría de percibir y el riesgo financiero en caso de incumplir con sus acreedores.
Disfrazando sus motivaciones políticas de una cruzada «por recuperar el patrimonio de los medellinenses», el alcalde Quintero está poniendo en riesgo ese mismo patrimonio, algo que ya se está materializando, por llevar a cabo una demanda lejana y de resultados inciertos.