
Después del accidente en el que se vio involucrado el Gobernador del Departamento de Boyacá Carlos Andrés Amaya, el Presidente de la República, Juan Manuel Santos, dio la orden de suspender los diálogos con los camioneros, que protestan para que el Estado colombiano regule el mercado del transporte en Colombia con medidas proteccionistas, y pidió militarizar las carreteras del país para evitar los bloqueos de las vías.
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Después del anuncio del Presidente se presentaron algunos enfrentamientos en las carreteras de Boyacá entre el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD), fuerza especializada en diluir protestas violentas, y los camioneros que bloqueaban las vías en el departamento ubicado en el centro del país.
Durante los enfrentamientos un agente del ESMAD disparó su arma de dotación, que no son letales sino usan balas de salva o proyectiles con gas lacrimógeno. Sin embargo, el proyectil disparado golpeó en la cara de un manifestante causándole la muerte.
“Tenemos que denunciar ante la opinión pública y lamentar profundamente el asesinato de un compañero manifestante, en Duitama, en Boyacá, en manos del Esmad (Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía), que le dispara un arma de fuego o un arma de las que ellos utilizan de dotación oficial en la cara y obviamente fallece” manifestó Luis Ramírez, director de la Asociación de Transportadores de Carga (ATC).
Hasta ahora, el paro deja como saldo un muerto, al Gobernador de Boyacá, Carlos Andrés Amaya, herido y a varios departamentos del país desabastecidos de productos básicos de la canasta familiar, con precios excesivamente altos por la inflación generada a raíz de que los productos no llegan a las regiones y con pérdidas por más de COL$1.5 billones (USD$510.146.779,3741).
El paro inició el 7 de junio y ya completa más de un mes. Durante este tiempo los camioneros han solicitado un sistema específico de chatarrización, una tabla de fletes y la reducción de los pagos de peajes en las carreteras del país.
Fuente: HispanTV