Un grupo de aproximadamente 60 militares venezolanos realizó una incursión en el departamento de Arauca en el oriente colombiano, montaron un campamento e izaron su bandera en territorio vecino. Los uniformados se instalaron en Bocas de Juju, que hace parte del municipio de Arauquita.
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El hecho fue confirmado por la personera de la localidad, Lady Gelvez, quien aseguró que los militares venezolanos se establecieron en territorio colombiano desde mediodía del martes 21 de marzo, argumentando que ese lugar era parte del territorio venezolano, razón por la cual tropas del ejército colombiano tuvieron que hacer presencia en el lugar para verificar la situación.
Ya se estableció una comunicación entre las cancillerías de ambos países y el director de soberanía de la Cancillería colombiana, Ricardo Montenegro, viajará para reunirse con el equipo de fronteras, para mirar las coordenadas exactas en donde están ubicadas las tropas y esclarecer lo sucedido, que ha generado bastante molestia entre los colombianos.
“La situación se nos viene presentando desde el día de antier, el gobierno venezolano invadió unas islas del territorio colombiano donde hay unos cultivos de plátano y están acantonados ahí, los dueños de esos cultivos dicen que son unos 100 hombres que andan ahí y que no permiten diálogo con la población, que solo requieren la fuerza pública colombiana”, contó un campesino a Caracol Radio según declaraciones recogidas por el diario El Espectador.
Esta no es la primera vez que sucede una situación similar. Hace unas semanas hubo una incursión de militares venezolanos al departamento de Norte de Santander, departamento ubicado en el nororiente del país, hecho que fue denunciado y que generó tensión entre ambas cancillerías.
Actualmente las relaciones entre ambos países no son las mejores. El Gobierno socialista de Maduro decidió cerrar la frontera y ha acusado en diferentes ocasiones a los colombianos de delinquir en la división entre ambos países, razón por la cual se han afectado las ciudades cercanas al paso entre Colombia y Venezuela.
Fuente: El Espectador