En la mañana del pasado lunes 15 de agosto el FBI encuentra en Miami a Anibal Mustelier, uno de los criminales más buscados en Estados Unidos. Las autoridades federales tenían más de dos décadas buscando a este delincuente por extorsión, participación en asesinatos por encargo de narcotraficantes; también concurrió en uno de los robos de bancos más grandes en la historia de Miami, y se sospecha que fue sicario de Fidel Castro.
El ciudadano de origen cubano, Mustelier, quien nació en la Isla de Cuba el 22 de julio de 1950, era apodado “El Fantasma” y contrario a lo que muchos creían, no se encontraba en Venezuela u Honduras, sino que se encontraba en Miami, Estados Unidos.
El FBI, el US Marshall, el Buró de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos, son algunas de las agencias federales que estuvieron tras Mustelier por 26 años, lo que lo convirtió en un perverso legendario cuyo currículo delictivo le valió un episodio en un programa de televisión “America’s Most Wanted” (Los más buscados de Estados Unidos).
Se sabe que Mustelier fue atrapado por la policía por la conexión con varios robos de joyerías de la ciudad de Hialeah y que usaba una identidad falsa.
Carl Zogby, vocero de la policía de la ciudad, dijo que Mustelier usaba una identidad falsa bajo el nombre de Francisco Rodríguez, pero que igualmente se buscaba por ser líder de una pandilla de ladrones profesionales que se dedicaban al robo de joyas y a la venta ilegal de armas.
“Cuando revisamos sus antecedentes nos dimos cuenta que fuimos a pescar por un mero, y atrapamos una ballena”, dijo Carl Zogby, vocero de la policía de esa ciudad. “Este es un personaje muy, muy peligroso”.
El hombre se encontró después de una investigación que se hacía en Hialeah, en donde tenían la ayuda de un informante, José Pineda, cómplice de Mustelier.
José Pineda Castro, de 25 años, trabajaba con el fugitivo Anibal Mustelier, de 66, y con Yamile Díaz Bernal, de 27, cuando intentaron robar la joyería Real Deal Jewelry en Hialeah, Estados Unidos.
Los tres delincuentess hicieron un hueco en el techo del negocio aledaño a la joyería con la intención de poder entrar a esta, golpearon y amordazaron a todos los presentes, con la intención de huir luego con los objetos de valor por el hueco.
Sin embargo, esa mañana las cosas no salieron como ellos pensaban, ya que fueron vistos por el dueño de la joyería cuando los delincuentes trataban de abrir el negocio.
Todo esto fue narrado por el informante Pineda, lo que llevó a su arresto y al subsecuente desmantelamiento de la banda. Después de esto, allanaron la casa de Mustelier en donde encontraron pistas que conectaban al simple ladrón de joyerías con el gran fugitivo de la ley que se encontraba entre los más buscados del FBI.