El jueves 8 de septiembre testificó ante la justicia de EE.UU. un agente de la Administración de Control de Drogas (DEA) quien vinculó a Bladimir Flores, cuñado del presidente de Venezuela y alto jefe policial, al sonado caso de los “narcosobrinos” de la primera dama venezolana, informó Reuters.
El agente testificó en la corte federal de Manhattan sobre el origen del caso Franqui Francisco Flores de Freitas y Efraín Antonio Campo Flores, sobrinos de Cilia Flores, esposa del presidente de Venezuela Nicolás Maduro, a quienes la justicia estadounidense acusa de tráfico internacional de cocaína.
El agente afirmó que la investigación a los “narcosobrinos” arrancó cuando un narcotraficante hondureño que cooperaba con las autoridades estadounidenses le mencionara sobre una supuesta reunión organizada por el hermano de Cilia, Bladimir Flores, quien es jefe del principal organismo de investigaciones criminales de Venezuela.
El testimonio se produjo durante un proceso judicial en los que los abogados de los sobrinos de Cilia Flores buscaban la anulación de pruebas en su contra y de las declaraciones que dieron luego de sus detenciones en noviembre del año pasado.
Los dos hombres enfrentan cargos por colaborar en un envío de 800 kilos de cocaína desde Venezuela a Honduras para su posterior ingreso a los Estados Unidos.
En el tribunal, Sandalio González, agente especial de la DEA, testificó que la investigación comenzó después de que un un narcotraficante en Honduras conocido como “El Sentado” le dijera en octubre de 2015 que un funcionario venezolano llamado Bladimir Flores iba a enviar a un sobrino para reunirse con él.
“Él (testigo cooperante) indicó que esas personas querían volar aviones cargados de droga a Honduras con planes de vuelo”, dijo González.
Sin embargo, no especificó el rol de Bladimir Flores, inspector general de la policía de investigación de Venezuela conocida como CIPCP y hermano de Cilia Flores.
Reuters no pudo contactar con Bladimir Flores para que hiciera comentarios al respecto.
Narcosobrinos
El caso de los sobrinos de la primera dama venezolana es una vergüenza para Nicolás Maduro, quien además enfrenta una extendida crisis política y económica.
Esta investigación es solo una de las acciones de autoridades estadounidenses que han vinculado con el narcotráfico a individuos del Gobierno venezolano.
Los sobrinos de Cilia fueron calificados en la corte como importantes narcotraficantes. “Ellos indicaron que tenían el manejo del principal aeropuerto en Caracas y que podrían fácilmente despachar aviones con drogas desde la rampa presidencial”, dijo el agente.
Sin embargo, al ser interrogado por los abogados de los sobrinos, González reconoció una serie de problemas relacionados con la confianza de la DEA en alias “El Sentado” y con dos informantes que bajo su dirección se hicieron pasar por traficantes de droga mexicanos.
Los informantes mintieron a lo largo de la investigación sobre su propio tráfico de drogas y uno usó prostitutas venezolanas pagadas por los acusados, explicó. Ambos ya han sido acusados y están en la cárcel.
González también mencionó que “El Sentado” no grabó su primer encuentro con los sobrinos el pasado octubre de 2015 a pesar de las instrucciones para hacerlo. Los fiscales dijeron que “El Sentado” fue asesinado en Honduras en diciembre pasado.
Fuente: Reuters.