El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, busca obtener su tercer mandato consecutivo en unas elecciones generales cuestionadas por la falta de transparencia, y en las que él, junto a su esposa y compañera de fórmula, la poeta Rosario Murillo, se presenta como único candidato importante.
Este domingo 6 de noviembre se celebran los comicios presidenciales y legislativos en el país centroamericano pese a las demandas de suspensión presentadas por fuerzas opositoras excluidas de la contienda y a las críticas internacionales.
La contienda no tendrá más observadores que seis expresidentes latinoamericanos que participan como “acompañantes del proceso”, los cuales fueron invitados por Ortega, específicamente asistieron el paraguayo Fernando Lugo y los guatemaltecos Vinicio Cerezo y Álvaro Colom.
Sin la observación de los Organización de los Estados Americanos (OEA) ni la Unión Europea (UE), ni la participación del principal bloque opositor, varias organizaciones de la sociedad civil local se prepararon a pesar de no estar acreditados por el Gobierno para servir como observadores en los comicios en vista de la “falta de competencia real, transparencia, control y equilibrio” en la etapa previa a las elecciones.
Según registraron organizaciones no gubernamentales, entre las que destaca el grupo cívico Ética y Transparencia (E&T), “el predominio y control del partido de Gobierno en las estructuras electorales, la ausencia de una competencia real de actores políticos en la campaña, la práctica abusiva en el uso de los bienes del Estado”, han sido solo algunas de las irregularidades que se han presentado durante la campaña electoral.
Sin embargo, si Ortega llegara a ganar nuevamente las elecciones deberá enfrentarse a desembolsos internacionales y a una posible iniciativa legislativa de Estados Unidos, que busca impedir transacciones como medida de presión para que se fortalezca la participación democrática en Nicaragua.
De hecho, la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) estimó que el país verá frenada su economía a partir de 2018 si las sanciones estadounidenses, conocidas como Nica Act, son aprobadas.
Ortega deberá afrontar los problemas de la pobreza y el desempleo, con tasa del 5.72 %, según cifras del Gobierno, pero más del 70 % de la población en el sector informal.
Según el Consejo Supremo Electoral (CSE) de Nicaragua, para este domingo se abrirán 14.581 Juntas Receptoras de Votos (JRV) en 4308 centros de votación instalados en los 153 municipios de Nicaragua. Un total de 7624 JRV funcionarán en el área urbana y 6957 en la rural, separadas estas por una distancia máxima de cinco kilómetros.
Además, unos 3,8 millones de ciudadanos mayores de 16 años están habilitados para votar y elegir un presidente, un vicepresidente, 90 diputados de la Asamblea Nacional y 20 del Parlamento Centroamericano (Parlacen).
Por otra parte, el Ejército también anunció que movilizará unos 10.000 efectivos y utilizará 300 medios aéreos, navales y terrestres, mientras que la Policía desplegará 13.000 agentes profesionales y 30.600 policías electorales que resguardarán calles, carreteras y centros de votación, con el propósito de conservar el orden durante los comicios.
Fuentes: El Universal;La República; BBC.