El índice de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI, por sus siglas en inglés), que es calculado por el banco estadounidense J.P. Morgan, calificó a Venezuela como el país más inseguro de toda la región para invertir en un activo.
El indicador EMBI le asignó a Venezuela 2169 puntos, siendo la peor calificación de toda América del Sur y el más alto del mundo.
El riesgo país es el índice que mide la diferencia de tasas de interés que pagan los bonos denominados en dólares, emitidos por países subdesarrollados, y los Bonos del Tesoro de EE. UU. que se consideran “libres” de riesgo.
La diferencia se expresa en puntos básicos, por cada 100 puntos ese país paga un punto porcentual (1 %) más alto que otro por encima del rendimiento de los bonos libres de riesgo.
De la región, Ecuador es el país que le sigue en el ránking, con una tasa de riesgo de 746 puntos; y es que no hay ningún otro país que tenga una calificación si quiera similar a la de Venezuela.
El segundo lugar solía tenerlo Ucrania, pero en la última calificación realizada este país quedó en penúltimo lugar, con 704 puntos, debido al deterioro de la deuda ecuatoriana luego de los problemas que ha tenido su economía al verse afectada por la caída de los precios del petróleo.
Un bono del tesoro estadounidense a cinco años, paga una tasa de interés del 0,75 % anual. Si Venezuela emite un título similar, el país tendría que pagar una tasa de interés de casi el 10 % anual cuando pide dinero en el mercado mediante la emisión de bonos.
Para EMBI, América Latina cerró con 320 puntos hasta el pasado 22 de octubre, cifra que surge del promedio de todos los índices, aunque hay países de la región que están muy por debajo del promedio, como Perú (98), Colombia (104), Uruguay (110), México (118) y Brasil (145).
La firma de calificación de riesgo Standad & Poor’s explicó que los bonos soberanos de Venezuela bajaron debido al “deterioro económico” del país, y advirtió sobre el “riesgo de default de pago en los dos próximos años”.
“La recesión económica, elevada inflación y las crecientes presiones de liquidez continuarán erosionando la capacidad del Gobierno para pagar sus obligaciones con el exterior durante los dos próximos años”.
Cuanto más alta es la tasa de riesgo país, más difícil es conseguir financiación para el Estado.
Fuentes: El Nacional; El Mundo.