La directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) e hija del presidente cubano Raúl Castro, Mariela Castro, propone condenar a los clientes que pagan por servicios sexuales para acabar con la prostitución.
“No podemos solamente decir que estamos de acuerdo contra la explotación sexual como una forma de trabajo sexual. No podemos decir que queremos proteger a nuestras niñas, niños y adolescentes de la explotación sexual. No es solo desearlo, sino rompernos la cabeza para encontrar de qué manera lo vamos a hacer”, dijo Castro en el programa de la televisión cubana Mesa Redonda sobre el Simposio Internacional Violencia de Género, Prostitución, Turismo Sexual y Trata de Personas.
Sin embargo, a pesar de la propuesta, medios locales indican que debido a la realidad socioeconómica de la isla, es más probable que esto se quede solo en el plano académico, a que llegue a materializarse.
Además, los expertos han señalado que en un país donde la prostitución no es ilegal es difícil adoptar una medida que penalice a los clientes de las prostitutas ya que es incongruente con la idiosincrasia de Cuba.
No obstante, Amir Valle, autor del libro Habana Babilonia o Prostitutas en Cuba, una de las documentaciones más importantes sobre ese flagelo en la isla, reveló que desde 1993 miembros del gobierno de la Isla “asumían la tesis de penalizar al cliente como freno esencial al fenómeno, sin tener en cuenta que, en el caso cubano, cualquier solución pasa, en primer lugar, por el reconocimiento político de la existencia del flagelo”.
“El gobierno cubano, aunque cuenta con toda la información y estudios de campo para posicionarse, jamás ha aceptado en realidad el alcance social del fenómeno”, añadió Valle.
Fuente: El Nuevo Herald.