Dilma Rousseff, expresidenta destituida de Brasil, negó haber recibido sobornos para alguna de sus campañas presidenciales.
“Nunca pedí coimas, nunca recibí coimas, y de hecho nunca hablé con todos aquellos que ahora están siendo investigados o presos por haber pagado coimas”, dijo la exmandataria el pasado sábado 11 de marzo, en una conferencia de prensa en Ginebra.
Según las afirmaciones de Rousseff, su última campaña fue declarada íntegramente y el monto es conocido públicamente: R $350 millones (USD $110 millones al cambio actual).
“Yo soy una persona que necesita ver las pruebas. Si se acusa de algo tiene que estar sustentado con pruebas no en declaraciones”, manifestó Rousseff, cuestionando las denuncias realizadas por los ejecutivos de Odebrecht.
Por su parte, el empresario Marcelo Odebrecht asegura que sí se le entregaron fondos no declarados al jefe de campaña de Rousseff; sin embargo, mencionó que él no podría afirmar “con certeza” que la destituida mandataria estuviera al tanto de “cualquier ilícito en las donaciones”.
El empresario explicó que los pagos fueron realizados a Joao Santana, quien dirigía la campaña electoral de Rousseff para llevarla a un segundo mandato presidencial. El valor acordado para la campaña presidencial de la fórmula reelecta fue de R $150 millones (USD $48.288.748).
Cabe destacar que gran parte de estos recursos entregados por Odebrecht al Partido de los Trabajadores (PT) no fueron declarados, además la mayoría de estos recursos se entregaron en “especies” y no en efectivo.
Marcelo Odebrecht ha sido sentenciado a 19 años de prisión por una corte federal de Brasil por su rol en el extenso escándalo de corrupción que ha implicado a algunos de los más altos líderes políticos y empresariales de varios países de América Latina. Actualmente, busca una rebaja de su condena como parte de un acuerdo de delación compensada.
Fuentes: El Comercio; Estadao.