El último intento de los “narcosobrinos” de la familia presidencial de Venezuela por conseguir que el juez revierta sus sentencias, tiene muy pocas probabilidades de éxito.
Efraín Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas tratan de desestimar el veredicto de culpabilidad como una medida de último recurso, la cual casi nunca funciona.
“Todo abogado que tiene un juicio, automáticamente introduce esa moción [de desestimar la sentencia] después del veredicto, pero es totalmente usual que el juez lo niegue”, explicó Rubén Oliva, abogado defensor que ha participado en muchos de los casos de narcotráfico de los últimos años.
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“El que lo hiciese [aprobar la moción] sería extremadamente extraño. Es algo que para nada suele ocurrir”, continuó Oliva.
Los abogados defensores han argumentado que el caso contra los “narcosobrinos” de la familia presidencial de Venezuela fue “extremadamente raro” y, supuestamente, mancillado por el perjurio cometido por el testigo clave de la fiscalía.
“Es un raro caso de narcóticos donde ningún tipo de narcótico fue obtenido por los investigadores y donde el único actor del gobierno que alguna vez vio los presuntos narcóticos fue arrestado durante la investigación y posteriormente incurrió en perjurio”, indicó en la moción el abogado de defensa de los narcosobrinos.
Oliva, por su parte, comentó que: “Cobra mucha importancia que pese al hecho de que el jurado estuvo al tanto de esa situación [de perjurio] al final no le importo al emitir el veredicto”.
El caso de los narcosobrinos estuvo basado principalmente en grabaciones tomadas por la Agencia Antidroga Estadounidense (DEA) donde los acusados no solo discutieron los detalles de la operación que ellos trataron de orquestar, sino que alardearon que el narcotráfico en Venezuela era controlado por el chavismo.
“Las palabras y las acciones de los acusados reflejan que mantenían la firme creencia que, por virtud de su poder y de sus conexiones, ellos podían actuar con impunidad”, argumentó la corte.
Fuente: El Nuevo Herald.