Gobiernos de México y Uruguay anunciaron que suspenderán la importación de carne de Brasil, tras el escándalo de la venta de carne podrida y alimentos adulterados.
“Hasta que la autoridad sanitaria ofrezca evidencias científicas y garantías suficientes de sanidad, calidad e inocuidad de sus cárnicos#, el gobierno mexicano no seguirá importando de Brasil sus productos avícolas, informó la ecretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) de México.
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Las autoridades mexicanas también solicitaron documentación relacionada con vigilancia de Salmonella sp, Listeria monocitogenes, E. coli O157 y E. coli STEC, realizada durante el 2016 y en lo que va del año.
“Una vez que se cuente con la información requerida, los técnicos mexicanos valorarán si existe el riesgo para los consumidores nacionales”, añadió la SAGARPA.
El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de Uruguay, Tabaré Aguerre, también anunció que suspenderían la importación de carne pero solo de tres plantas de producción brasileñas que están involucradas en el escándalo.
Aguerre indicó que “la población uruguaya puede consumir con absoluta tranquilidad los productos de origen animal (bovino, aviar y suino) procedentes de Brasil que están en plaza, porque en los últimos dos años las importaciones realizadas no provienen de ninguno de los establecimientos involucrados en este hecho delictivo”.
Tanto México, como Uruguay se sumaron a China, Chile, Corea del Sur y Hong Kong en la suspensión de importación de carne brasileña.
Michel Temer, presidente de Brasil, ha calificado la situación como “embarazosa” para el país.
“Evidentemente eso causó, no puedo dejar de registrarlo, una situación embarazosa para Brasil porque llevó a algunos países a, de alguna forma, pensar en suspender las compras de carne”, expresó el mandatario, insistiendo en que sólo tres de las 4 mil 383 empresas dedicadas a la venta de carne fueron intervenidas por la policía y 21 están bajo investigación.
Fuentes: El Nuevo Herald; El Comercio; El Universal; El Observador