El pasado viernes 24 de marzo, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, conversó vía telefónica con sus pares de México y Panamá. El contacto telefónico tuvo como motivo “las acciones intervencionistas que desde la Organización de Estados Americanos (OEA) se vienen desplegando” contra Venezuela, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado, en referencia a la declaración conjunta de 14 países de la OEA en el que solicitan elecciones generales y la liberación de los presos políticos del país.
El jefe de Estado de Venezuela denunció una “flagrante violación a las normas de la OEA y al Derecho Internacional”, al llamar al Consejo Permanente sin “el consentimiento requerido del gobierno venezolano”, indica el comunicado sobre la conversación entre los mandatarios.
Presidente Maduro conversó con homólogos de México y Panamá sobre acciones contra Venezuela desplegadas desde la OEA https://t.co/nbXV6y37qt pic.twitter.com/lI9Ek5D2rm
— Cancillería Venezuela ?? (@CancilleriaVE) March 26, 2017
Sin embargo, ni el gobierno de México ni en el de Panamá le han informado a la opinión pública, desde su punto de vista, de lo acontecido en la comunicación sostenida con el presidente de Venezuela.
Es necesario recordar que tanto Panamá como México formaron parte de la declaración conjunta en el que advierten que evaluarán “con detenimiento” el informe del secretario general de la organización, Luis Almagro, quien propone la suspensión del país suramericano del organismo.
“Consideramos urgente que se atienda de manera prioritaria la liberación de presos políticos, se reconozca la legitimidad de las decisiones de la Asamblea Nacional, según la Constitución, y que se establezca un calendario electoral, que incluya las elecciones pospuestas”, reza el documento publicado por las Cancillerías de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Estados Unidos y Uruguay.
Almagro por su parte, respaldó la declaración de los 14 países e indicó: “estoy plenamente de acuerdo, como señalara en mis dos informes, que la suspensión es una medida para tomar al final del proceso y veo positivamente que el referido grupo de países deja abierta esa posibilidad”.
Fuente: La Prensa.