Seis líderes opositores denunciaron estar siendo perseguidos políticamente, por oponerse a la nueva postulación a la presidencia del actual mandatario, Evo Morales.
Los exmandatarios Jorge Quiroga (2001-2002) y Carlos Mesa (2003-2005), el exvicepresidente Víctor Hugo Cárdenas (1993-1997); el gobernador de la región de Santa Cruz (este), Rubén Costas; el alcalde de La Paz, Luis Revilla; y el líder de Unidad Nacional, Samuel Doria Medina, fueron quienes acusaron al Gobierno de haber “roto los límites de la independencia” entre poderes y de transformar al poder Judicial “en un instrumento de persecución política”.
“La mayoría de nosotros, igual que cientos de conciudadanos, estamos sometidos a procesos y juicios cuyo único objetivo es descabezar a quienes expresamos ideas y posiciones distintas y críticas de quienes gobiernan para evitar la conformación de alternativas democráticas”, señala el comunicado conjunto.
El manifiesto en el que denuncian la persecución a la oposición, también rechaza la intención del oficialismo de postular a Evo Morales nuevamente, aún cuando esto sería “inconstitucional y le daría la espalda a la soberanía inalienable de los bolivianos”.
Los líderes opositores afirmaron que la denuncia sobre la “situación crítica que vive la democracia boliviana”, la realizarán ante organismos internacionales.
Asimismo, los opositores pidieron instalar un debate con Morales, en el que se discuta sobre la democracia y los derechos humanos en el país; sin embargo, el mandatario rechazó la invitación.
“No debato con la oposición, ellos no tienen programas, solo puedo hablar con el pueblo”, dijo Morales.
Morales también aprovechó la oportunidad de opinar respecto a la reunión y el comunicado conjunto de los opositores, calificándola de “juntucha”.
“Ellos apuntan a la justicia, no tienen moral para hacerlo. Antes era la Embajada de EE. UU. la que manejaba la justicia”, manifestó.
Fuentes: El Nuevo Herald; El Deber; Agencia EFE; Hispan TV.