Bolivia y Uruguay se opusieron a discutir la crisis que vive Venezuela ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) en la sesión convocada por la representante permanente de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley.
“Venezuela no es un tema del Consejo y no tiene por qué estar. [..,.*] Preferimos mantener el tema en la esfera regional. No cuestiono la capacidad de las Naciones Unidas, pero en este caso creemos que es mejor que permanezca en la órbita regional”, dijo el embajador de Uruguay ante la ONU, Elbio Rosselli.
Rosselli resaltó que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), son organismos que ya se encuentran discutiendo la situación de Venezuela. “Conocen mejor las sensibilidades y asuntos que están en juego. Objetivamente creo que el trabajo de las organizaciones regionales favorece”, opinó.
Asimismo, el representante de Bolivia, Sacha Sergio Llorenti, coincidió en que a su juicio, el Consejo de Seguridad no es el foro adecuado para tratar la situación de Venezuela.
“Nos preocupa cuando se confunden los temas de seguridad internacional con una agenda de intervención”, dijo.
Para el embajador de Bolivia, las discusiones como las del pasado miércoles 17 de mayo, “no contribuyen a resolver el problema, sino que se debilita el Consejo de Seguridad”.
Sin embargo, pese a las opiniones de los dos miembros de las Naciones Unidos, los 15 miembros del Consejo discutieron a puerta cerrada la situación del país el crisis, y aunque no se espera ningún tipo de acción desde la ONU, la embajadora estadounidense, Nikki Haley, aseguró que solo buscaba llamar la atención sobre la gravedad de la crisis.
Fuentes: El Observador; Terra; Entorno Inteligente.