Al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, le bloquearon cuatro de sus cuentas bancarias que en total manejaban una suma de 600,000 reales (alrededor de 190,000 dólares).
La decisión fue tomada por el juez Sergio Moro, quien también sentenció a Lula a nueve años y medio de cárcel por los delitos de corrupción pasiva y blanqueo de dinero relacionados con la red de corrupción que operó en la estatal Petrobras.
Moro en realidad había solicitado congelar hasta diez millones de reales brasileños, lo que correspondería a unos tres millones de dólares, pero el banco señaló que sólo encontró lo que había en las cuatro cuentas: 397.636,09 reales (126.000 dólares) en el Banco do Brasil; 123.831,05 reales (39.000 dólares) en la Caixa Econômica Federal; 63.702,54 reales (20.000 dólares) en Bradesco y 21.557,44 reales (6.8000 dólares) en Itaú Unibanco.
“No fue posible rastrear el resto de los sobornos pagados con relación a la corrupción en Petrobras”, explicó Moro.
También agregó que: “Es posible que se haya usado para financiar ilegalmente campañas electorales”.
Según informó el tribunal, la intención del bloqueo es “garantizar” recursos para eventuales sanciones que serían aplicadas a Lula en caso de que la sentencia sea confirmada por un tribunal superior.
El juez también impidió que el exmandatario pueda hacer uso de tres apartamentos, de una finca y de dos automóviles de su propiedad.
Por ahora, ni Lula ni sus abogados se han manifestado respecto a esta decisión. El exjefe de Estado ha mantenido que es inocente y víctima de una “persecución política y judicial” que busca impedir que se postule nuevamente a la presidencia.
Los abogados de Lula ya ha presentado una primera apelación a la condena proferida por Moro, alegando la existencia de supuestos documentos presentados al tribunal, que fueron desconsiderados por Moro.
Sin embargo, el juez asegura que “no existen ni omisiones, ni oscuridades ni contradicciones en la sentencia”.
Fuentes: Diario las Américas; El País; Gestión.